Una camarera de pisos haciendo una cama en un hotel de Mallorca. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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Las negociaciones del futuro convenio de hostelería ampliarán el campo de batalla para llevarlo más allá de las subidas salariales. Los sindicatos preparan una batería de reivindicaciones a poner sobre la mesa, entre ellas, una mayor flexibilidad horaria para poder conciliar vida laboral y familiar o un alargamiento de los contratos de los fijos discontinuos que se ajuste al experimentado por la propia temporada turística en los últimos años.

En ese sentido, desde la salida de la pandemia, las semanas de actividad del sector turístico balear han ido ensanchándose por ambos extremos del calendario hasta conformar una temporada más larga que nunca antes, con un final que se ha prolongado hasta mediados de noviembre en los tres últimos años, gracias también en gran parte a la subida de las temperaturas para esta época. El retén de hoteles abiertos durante todo el año, asimismo, es el mayor que se recuerda (más de un 20 % del total).

Sin embargo, desde los sindicatos CCOO y UGT se mantiene que el tiempo de contrato de los trabajadores fijos discontinuos no ha evolucionado a la par. Desde la primera organización ya se denunció este otoño que el tramo final de la temporada estaba siendo «muy duro» debido a un adelgazamiento de las plantillas que no se ajustaba al nivel de actividad que se está logrando con el nivel actual de desestacionalización turística.

La huida además de muchos estudiantes que trabajan en el sector hostelero en verano y que regresan a la península en septiembre u octubre para seguir con sus estudios agujerea muchas plantillas que tampoco han contado con reemplazos para esas bajas.

Los sindicatos van a reclamar, de esta manera, unos periodos de ocupación más largos que no solo sirvan para mantener en activo a más gente durante más tiempo, sino también para reducir las cargas de trabajo de los empleados que se quedan. La cuestión de la salud laboral y las sobrecargas laborales será otro de los puntales de las negociaciones con los hoteleros.

Nuevas necesidades

Muchas de las peticiones irán en consonancia con las nuevas sensibilidades y necesidades de la clase trabajadora a nivel global. Una flexibilización horaria que favorezca la conciliación está en esa carpeta, así como un calendario laboral que anticipe los turnos de trabajo al empleado con tiempo suficiente y le permita poder hacer planes en su vida personal. También se va a insistir mucho en la formación de los trabajadores, un punto en que tanto patronal como sindicatos están de entrada en sintonía.

A todo ello hay que sumar, claro está, la cuestión de la subida salarial, para la cual todavía no se han establecido unas cifras de partida, pero que se pretende que sea sustancial. No solo por la inflación y el encarecimiento desorbitado de la vivienda o la cesta de la compra -que ha devorado las subidas salariales pactadas en 2017 en la hostelería y las aprobadas en años posteriores en otros sectores-, sino por el valor que este acuerdo puede ejercer como convenio tractor para otros sectores por su peso y significado en Baleares.

Para los sindicatos, todas estas medidas no pueden quedarse en papel mojado una vez sean acordadas, por lo que van a tratar de asegurar asimismo su cumplimiento mediante la creación y aplicación de mecanismos que velen por ello.

«El sector está cansado de que no se le valore», señalan desde CCOO en referencia a las tres últimas temporadas turísticas: los beneficios del sector hotelero son una de las grandes bazas que emplearán los representantes de los trabajadores para reclamar su parte del pastel en una era de récords absolutos en llegadas y gasto turístico (las temporadas de los años 2023 y 2024 batieron marcas históricas).

La secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO, Silvia Montejano, explica que la organización, al igual que UGT, se encuentra ahora mismo en pleno proceso de elaboración de la propuesta que llevarán a la mesa de negociación, consultando a afiliados y a delegados sobre los problemas y necesidades de los trabajadores. La subida salarial es obviamente una de las claves de esas conversaciones, máxime, subraya Montejano, «teniendo en cuenta que hablamos de empleos estacionales y con salarios que actualmente no permiten un proyecto de vida en Baleares por el coste que ha alcanzado la vida».

En ese sentido, la delegada sindical especifica que no hay por lo pronto ningún porcentaje definido en torno a la subida que se va a reclamar, aunque explica que «va a ser una cifra que se acerque a lo que creemos que se necesita actualmente para vivir con dignidad en estas islas».

Por lo pronto, el nuevo presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Javier Vich, se ha reunido ya con los representantes de ambos sindicatos en una primera toma de contacto antes de las negociaciones, cuya fecha de inicio está por fijar. El convenio actual, firmado en 2017, seguirá vigente hasta el 31 de marzo.