La Policía Nacional se desplegó en Son Espases y evitó que unas 50 personas accedieran al hospital. | Julio Bastida

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Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), los antidisturbios de la Policía Nacional, tuvieron que desplazarse hasta en dos ocasiones al hospital de Son Espases para evitar que medio centenar de personas, familiares de una paciente ingresada, se atrincherasen en el interior del recinto. En un momento dado, el patriarca de una familia gitana exigió a los vigilantes de seguridad que les dieran habitaciones para todos ellos para evitar altercados. Fue en ese instante, cuando desde la seguridad del hospital de referencia y cumpliendo las órdenes directas de la gerencia del centro se solicitó la presencia policial.

La Policía Nacional desplegó un importante dispositivo en la zona para evitar incidentes. Nada más llegar los furgones policiales, los familiares se tranquilizaron y desistieron de sus pretensiones iniciales. En un principio, los integrantes del clan gitano querían saltarse los horarios de visita y campar a sus anchas sin respetar las normas. Los agentes informaron al patriarca que debían cumplir la normativa vigente al igual que el resto de usuarios del servicio y que no se iban a permitir ningún trato de favor ni aceptar presiones o coacciones.

En un primer momento, las aguas se calmaron, pero pasadas unas horas, volvieron a la carga. Por ese motivo, una vez más se solicitó la presencia policial. Durante todo el viernes y el sábado, el hospital contó con presencia de unidades de la Policía Nacional de forma intermitente para evitar que volvieran a producirse incidentes en el centro hospitalario.

Cabe destacar que desde hace unas semanas, la gerencia ordenó a su departamento de seguridad que se cumplieran las normas y no se hicieran distinciones en la aplicación de las normas. El que fuera responsable de seguridad fue apartado de su cargo de forma temporal asumiendo la jefatura un alto cargo de confianza de la empresa concesionaria.