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Los servicios sociales de los consells insulares y del Govern balear acogen en estos momentos a unos 400 menores migrantes irregulares llegados en patera, lo que equivale a ocho veces más plazas de lo que prevé el sistema de tutela, según ha afirmado este jueves la presidenta Marga Prohens tras reunirse de urgencia con los presidentes insulares. «Baleares son islas solidarias y así lo están demostrando los consells, pero están al límite», ha dicho Prohens, que ha lanzado una «llamada de auxilio» para que el Gobierno de Pedro Sánchez se implique en esta situación. «Hay que actuar ahora, antes de que pase como en Canarias», ha insistido.

«Los menores merecen ser atendidos en condiciones de dignidad y ya no podemos seguir haciéndolo porque no tenemos espacio suficiente ni profesionales para tratarlos como es debido; no podemos ubicarlos en cualquier sitio», ha dicho Prohens, a lo que el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Games, ha añadido que, de no recibir recursos, «nos veremos obligados a buscar soluciones alternativas como las tiendas de campaña temporales».

«La actual crisis migratoria no tiene precedentes en Baleares, donde ya han llegado más de 2.500 personas desde Argelia», ha insisto la presidenta, recordando que no se quedan en las Islas porque van hacia la Península, Francia o acaban en Centros de Internamiento para Extranjeros. Sin embargo, todos los menores migrantes llegados a Baleares sí que se quedan porque son los consells los que deben tutelarlos. Por todo esto, la presidenta considera que la situación sobrepasa las competencias autonómicas e insulares y también compete al Gobierno central, al tratarse de un asunto de política exterior.

«La Delegación del Gobierno no se ha puesto de perfil, es que directamente se ha puesto de espalda», ha asegurado Prohens, porque dice que Alfonso Rodríguez «no se ha preocupado por la situación y ha demostrado una insensibilidad que no habíamos conocido». Tras la reunión han acordado solicitar formalmente una reunión con los cuatro ministerios que tienen competencias en migración y ha dicho que España «requiere un cambio de estrategia para vigilar sus fronteras frente a las mafias y evitar que estas personas no se jueguen la vida».

El 50 % de la entrada de migrantes a Balears se da a través de Formentera y, en lo que va de año, han llegado a la isla 95 pateras con 1.500 personas, ha informado el presidente insular, Llorenç Córdoba. «De insolidarios no nos puede tachar nadie; cada vez que hay llegadas de embarcaciones se movilizan todos los recursos disponibles, como son la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Bomberos e incluso ciudadanos voluntarios», ha reivindicado.

«Es una invasión en toda regla, que provoca saturación de los servicios», ha legado a afirmar el presidenta insular de Eivissa, Vicent Marí, que ha sido el más contundente. El presidente insular de Menorca, Adolfo Vilafranca, ha explicado que la isla no es un punto de llegada directo de pateras, pero que desde la institución les «preocupa y ocupa» la situación puesto que acogen menores no acompañados que se derivan al servicio desde el resto de Islas y tampoco están preparados para abordar esta situación por falta de espacio y medios.