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Dentro de Balears Mallorca será uno de los puntos privilegiados para presenciar el eclipse solar del 12 de agosto de 2026. Un fenómeno que está movilizando a aficionados a la astronomía de todo el mundo y provocando un hecho insólito hasta en un destino turístico puntero como Balears: reservas hoteleras a dos o incluso tres años vista.

El eclipse será visible en España a lo largo de una franja diagonal de oeste a este que se extiende de Galicia a Mallorca (tal y como muestra el mapa del Instituto Geográfico Nacional reproducido aquí), atravesando numerosas capitales de provincia como A Coruña, León, Bilbao, Zaragoza, Valencia y la propia Palma. Será el primer eclipse total de Sol visible en España desde 1912 y tendrá lugar cerca de la puesta, cuando el Sol se aproxime al horizonte (en torno a las 20 horas para unas fechas en las que hay una elevada posibilidad de cielo despejado).

Aunque la franja abarca todo Balears, Mallorca es la isla que ocupa su línea central y la Tramuntana la mejor zona para observar el fenómeno. Más concretamente, en el Ponent, en el suroeste. Municipios de litoral como Andratx, Estellencs, Sóller, Banyalbufar, Deià o Valldemossa aunarán las condiciones ideales (mayor cercanía a la franja central de visibilidad óptima y apertura al mar, que mejora igualmente la experiencia), por lo que la mayor parte de las peticiones de alojamiento se están direccionando hacia estos puntos.

El problema es que las solicitudes de estos clientes se han adelantado al periodo de apertura de reservas de los propios hoteles: a día de hoy, la planta hotelera de la Isla solo tiene abierta su planificación hasta noviembre de 2025.

Es el caso del Hotel Jumeirah de Sóller, que ya cuenta con solicitudes de varios grupos de turistas a través de agencias de viajes españolas especializadas en tours de naturaleza para alojarse en el establecimiento en esas fechas. Peticiones, que no reservas oficiales: en el hotel ni siquiera cuentan todavía con tarifas estipuladas para esas fechas.

«Hay ya lista de espera pero aún no disponemos de los precios», explica el Reservation Manager del Jumeirah, Ramón García, quien señala que de aquí a entonces tendrán tiempo de sobra para organizar el evento como es debido, lo que incluirá un acondicionamiento especial de la terraza y del restaurante lounge. En todo caso, «todas las habitaciones con vistas al mar serán un punto privilegiado para ver el eclipse», destaca.

Lluís Rullán, es presidente de la Asociación Hotelera de Sóller y dirige el Hotel Los Geranios, en el Port de Sóller. En su caso, ha recibido una petición para reservar una habitación específica con vistas al mar, por parte de un profesor de EE.UU. que ya se había alojado en esa misma habitación en el pasado. Al igual que en el caso del Jumeirah, Rullán explica que la logística en torno al día clave se irá desarrollando el año que viene y en función, lógicamente, de la evolución de la demanda.

Quien ya cuenta con 20 habitaciones reservadas, una tercera parte del total disponible, es el Hotel Continental Valldemossa. Se trata de un único grupo de extranjeros -cuya nacionalidad desconocen- que cursó su petición hace un año, es decir, tres años antes del gran evento. «Es la primera vez que nos pasa», relata su directora, Isabel Cabanes, para explicar que «hemos tenido que abrir la operativa de la temporada de 2026 por estas peticiones; tenemos reservas para bodas un año antes, pero nunca se había reservado con esta antelación».

Javier Vich, presidente de Summum Hotel Group, explica que el Ratxó Retreat Hotel Meliá Collection, ubicado en Puigpunyent, trabaja ya en su posicionamiento comercial de cara al evento, puesto que «tenemos un emplazamiento de excepción, incrustados en la montaña con vistas hacia Ponent». Otro establecimiento más que arranca un aparato logístico que gravita en torno a un espectáculo de dos minutos de un 12 de agosto de 2026.

Despliegue de telescopios

«Ojalá que no llueva». Salvador Sánchez, director del Observatori Astronòmic de Mallorca (OAM), explica que tiene previsto realizar un gran despliegue de medios para que los interesados puedan disfrutar del eclipse solar: más de 30 telescopios puestos a disposición de la ciudadanía y repartidos en dos puntos de observación: el campo de fútbol Mateu Canyelles, en Inca, y las propias instalaciones del OAM, en Costitx.

«Tenemos ya la experiencia de las perseidas (lágrimas de San Lorenzo), cuando llegamos a juntar más de 500 personas en el campo de fútbol». Acuerdos con el ayuntamiento mediante, Sánchez espera poder meter en el Mateu Canyelles a cerca de un millar de personas, las cuales, si hay suerte, podrían disfrutar de ambos fenómenos a la vez, eclipse y perseidas. «Podríamos llegar a ver un meteoro en pleno día», afirma para avanzar que desde el OAM se va a hacer una campaña en la que «vamos a ser muy pesados» para alertar de los riesgos de mirar el eclipse con medios equivocados. Para ello, pedirán la colaboración de los oftalmólogos, todo a fin de concienciar a la población y proteger sus córneas. Y por supuesto, hay más maneras de disfrutar del eclipse y ser testigo de sus efectos. «Quien tenga gallinas verá cómo se van a dormir».

Eclipses como el de 2026 generan una gran expectación entre los aficionados a pesar (o tal vez precisamente por eso) de que se trata de fenómenos fugaces, de apenas dos minutos de duración. Hace más de un siglo que no se puede observar un eclipse solar total en España, aunque los dos siguientes ya están en el disparadero: un año después del evento observable en Mallorca, el 2 de agosto de 2027, tendrá lugar un nuevo eclipse solar total, aunque en esta ocasión solo visible desde el sur de Andalucía, Ceuta y Melilla.