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A plena luz del día y sin ningún tipo de rubor un turista ha protagonizado este viernes un nuevo episodio de incivismo en la Playa de Palma al orinar desde el balcón sobre los toldos de los locales comerciales de la primera línea de la zona turística de la capital balear. El joven, con signos visibles de encontrarse bajo los efectos del alcohol, ha sido grabado por vecinos y curiosos haciendo caso omiso a las críticas de los presentes, que le recriminaban su comportamiento.

La primera línea de la Playa de Palma se convirtió esta semana en el escenario del linchamiento a un grupo de vecinos de s'Arenal a argelinos y este viernes ha sido el escenario de otra imagen nada edificante. Un turista ha decidido miccionar desde la primera planta a la acera sin importarle que a sus pies estuvieran abiertos un souvenir y una tienda de moda y que el orín pudiera caer o salpicar a los viandantes de la zona, que asistían entre la vergüenza, la impotencia y la rabia al comportamiento del joven.

Ni las críticas de los presentes ni siquiera los cláxons o las diferentes fórmulas utilizadas para llamar su atención han tenido efecto. El joven ha pasado por alto cualquier advertencia y sólo se ha retirado hacia el interior de su alojamiento una vez que ha terminado de orinar para sorpresa e indignación de otros turistas, residentes y ciudadanos que han sido testigos de la escena vivida en la Avinguda Bartomeu Riutort a la altura del número 141.

No están siendo los mejores días para la imagen de la Playa de Palma, que acumula diferentes sucesos negativos que la han situado en el foco mediático. Desde el derrumbe mortal del Medusa hasta las agresiones pasando por las inundaciones sufridas han hecho que la zona acapare titulares negativos tanto en la prensa nacional como internacional