Turistas esperando en la recepción de un hotel de Ibiza. | Redacción Ibiza

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La falta de mano de obra en el sector turístico es ya un problema estructural que trasciende las fronteras de Baleares. Con todo el tejido empresarial de las Islas asumiendo una nueva temporada con plantillas más que ajustadas, la Organización Mundial de Turismo (OMT) advierte de que el estallido postpandémico de la demanda va a seguir conviviendo con el déficit de personal a escala global.

En su último informe sobre las perspectivas para la temporada de 2024, la OMT subraya que la falta de mano de obra «continúa siendo un tema crítico» y que las empresas van a tener que seguir lidiando con la escasez de trabajadores «para responder a la gran demanda».

Así, las previsiones en cuanto al volumen de viajeros y gasto este año son inmejorables, con una recuperación generalizada ya a nivel mundial que situaría esas cifras un 2 % por encima de los niveles registrados antes de la pandemia. El mercado asiático, que era el gran rezagado en el panorama global de la reactivación turística, encarrila este año por fin su recuperación con la reapertura de mercados emisores y receptores clave, como es el caso de China. Por su parte, Europa mejorará los resultados de 2023 -con la reciente adición de Rumanía y Bulgaria a la zona Schengen de libre circulación- y el crecimiento del turismo proveniente de Estados Unidos constituirá un estímulo más.

Un crecimiento arrollador de la industria turística que, sin embargo, no está yendo acompañado de la mano de obra necesaria. En Baleares, el pleno empleo alcanzado ya en abril y mayo, se muestra insuficiente para las necesidades de las empresas, y el factor del acceso a la vivienda constituye un hándicap regional añadido para el sector.

La necesidad de mejorar la formación para trabajar en el sector turístico fue uno de los temas clave en la reunión mantenida ayer entre el Govern y el clúster Turistec. Ambas partes coincidieron en la importancia de priorizar la formación y retención del talento como un puntal estratégico en el proceso de transformación de Baleares en un destino turístico centrado en la calidad y no en el volumen de llegadas.

Desde el Ejecutivo autonómico recalcaron que para lograr ese objetivo hace falta contar con servicios capaces de cumplir con ese estándar de calidad, lo cual hace imprescindible el suficiente personal cualificado.