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Miles de personas han salido este sábado por la tarde a la calle en Palma en la primera gran manifestación contra la masificación turística, los precios desorbitados de la vivienda y la saturación de la Isla. Protestan por el actual modelo turístico porque destacan que está llevando al límite a Mallorca y que está echando a sus residentes de aquí porque vivir se ha convertido en un lujo.

La movilización, organizada por Banc del Temps (BdT) de Sencelles y arropada por varias entidades y asociaciones, ha comenzado pasadas las siete de la tarde desde el Parc de Ses Estacions, en Palma.

«De l’illa de Mallorca, no, no mos mouran», reclamaban los participantes. Muchos de ellos portaban pancartas reivindicativas donde se podían leer frases como «For sale la tierra de nuestras abuelas», «No es turismofobia, es mallorcacidi», «No volem migrar, volem Mallorca» o «Matthias Kuhn nos debe un piso».

Jóvenes de 30 años que no pueden comprar un piso en Palma. Una pareja de 35 años que sueñan con vivir en Puigpunyent, cerca de su familia, pero ven imposible cumplirlo. Una vecina de Santa Catalina ahogada día tras día por los anuncios de «compramos tu casa». Unas residentes de Génova, las últimas mallorquinas en uno de los distritos más caros y con más extranjeros: 700.000 euros el piso más barato. Son algunos de los perfiles que han copado las calles de Ciutat en una concentración sin precedentes.

Javier Barbero y Carme Reynés, portavoces de BdT, han lamentado que la vivienda no sea un derecho, y no descartan convocar más manifestaciones si no se plantea una solución real: «Nos encontramos en una situación de emergencia y cada vez es más grave. Se hace imposible tener un inmueble, con precios cada vez más desorbitados y abusivos».