Detienen en Palma a dos carteristas considerados ‘los mejores ladrones del mundo'

La detención se produjo el pasado jueves cuando la pareja de delincuentes fue localizada tras una exhaustiva investigación. Los agentes responsables del caso detectaron como desde el pasado 10 al 31 de enero, se había experimentado un aumento considerable de hechos delictivos cometidos en líneas de transporte. No tardaron en darse cuenta gracias a las pesquisas policiales y la colaboración de la dirección de la EMT y sus conductores de quienes eran los sospechosos. Los investigados provenían de Barcelona, detectándose su presencia entre las fechas de aumento de los delitos de hurtos, siendo captados por las cámaras de seguridad de los transportes. En las grabaciones se podía observar como aprovechaban la gran afluencia de pasajeros, para hurtar especialmente a personas de avanzada edad.

Los dos actuaban al unísono, mientras uno de ellos hacía funciones de pantalla impidiendo que otros pasajeros pudieran ver el robo, el otro mediante del empleo de una muleta (chaqueta sobre su brazo), introducía su mano en el interior de bolsos o abrigos, sustrayendo las carteras a sus víctimas. Según fuentes oficiales, se calcula que el importe de lo sustraído junto al uso de las tarjetas asciende a unos 11.603 euros, en los 32 hurtos y 3 estafas que se les imputa.

Ambos individuos fueron detectados nuevamente en Mallorca, tras su abandono de la Isla el pasado 31 de enero, por lo que se estableció un dispositivo para proceder a su arresto. Como resultado del operativo, los agentes localizaron a los dos investigados en el interior de un autobús en la parada ubicada en la plaza de España, procediendo a su detención. Los carteristas pasaron a disposición judicial el pasado sábado decretándose por parte del juzgado de Instrucción en funciones de guardia la prohibición de visitar o residir en la isla mientras instruye el procedimiento. Los carteristas están catalogados como auténticos «magos del hurto». Las víctimas jamás se percataban de la sustracción hasta pasadas unas horas o cuando ya estaban fuera del autobús. Gracias a las cámaras de seguridad de los autobuses la ‘magia' de los delincuentes les llevó a visitar los calabozos.