El segundo alimento en el que se ha probado que hay microplásticos es en los mejillones, almejas y chirlas. «Un estudio de la OCU demostró que había un 71% de microplásticos en los moluscos que analizaron, por lo tanto es normal que al consumirlos ingiramos también estos plásticos». Un tercer producto que contiene estas trazas del material son las gambas: «Hay algún estudio que habla de que más del 60% de las gambas que se analizaron contenían microplásticos, incluso se decía que las gambas peladas tienen una menor acumulación que las no peladas, ya que se acumula el plástico en el aparato digestivo, que es lo que solemos chupar».
El cuarto producto marino, el que más preocupa estos días a todo el mundo, es el pescado. Juan Carles explica que otro trabajo académico hecho en Portugal demostró que el 20% de los diferentes pescados que se investigaron contenían microplásticos. Dentro del estudio destacaba la sardina y el bacalao, ya que en las dos especies se encontraron indicen mayores de plástico con respecto a las de otros tipos. En concreto, la diferencia suponía un incremento que rondaba un 15% más. Por último, la otras sustancia analizada por los investigadores es el propio agua. Un estudio realizado por EEUU analizó el agua potable de diez países distintos, encontrando microfibras de plástico en el 83% de los casos.
Existen muchos más trabajos que hablan sobre las cantidades de plástico que ingerimos en nuestro día a día, como el de la WWF, que alerta de que consumimos cinco gramos de esta sustancia a la semana. «Me parecen niveles muy altos respecto de otros estudios», dice Joan Carles, «todo esto me hace pensar en lo que dice la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición sobre que no hay consenso en la bibliografía sobre las concentraciones detectadas», añade. Pese a las discrepancias académicas, lo cierto es que consumimos plástico, pero ¿Hasta que punto es perjudicial para la salud humana?
Falta de investigación
Ante esta pregunta, el experto explica que «no hay evidencia de ninguna enfermedad haya aumentado por culpa de los microplásticos». «Se sabe que probablemente hay un riesgo, pero no hay datos suficientes sobre su afectación. Todo parece indicar que hay una serie de componentes que seguramente afectan a la salud humana», continúa. Por tanto, los efectos nocivos «son desconocidos y precisan de mayor investigación», asegura. «Este incremento de plástico en el agua y el mar es una amenaza hipotética, que hay que combatir trabajando por la eliminar de su presencia y estar pendientes de cómo afecta a la exposición humana».
Según su criterio, lo que se necesita en el caso concreto de los pellets es realizar un análisis de los alimentos del mar (peces, moluscos, sal, etc.) de las zonas afectadas y compararlas con zonas donde no haya habido acumulación de estos plásticos para ver cómo influye en la salud humana. Además, hay que tener en cuenta que los pellets «tienen otros efectos que no son alimentarios, sino cutáneos y hormonales». Los microplásticos en general pueden actuar como disruptores endocrinos, que imitan a hormonas. Un ejemplo de ello, son los plaguicidas que se usan en zonas de cultivo bajo plástico, como Almería. En este caso una exposición prolongada a los disruptores pueden provocar infertilidad, problemas de neurodesarrollo de los fetos, entre otras afecciones. Joan Carles subraya que es solo una valoración y que no implica que los pellets tengan esta capacidad, solo que existe la posibilidad.
Con la información de la que se dispone sobre la mesa y bajo la premisa de que ya consumimos trazas de plástico de manera no intencionada en nuestro día a día, no se puede afirmar categóricamente que exista un riesgo hipotético de comer pescado gallego. La clave está en entender que ese mismo pescado no es más peligroso que cualquier otro, ya que el de otras zonas también puede ingerir o ingiere plástico de forma habitual. Eso no quita que se deba seguir muy de cerca el caso de los pellets para conocer las consecuencias a medio plazo en la salud humana.
6 comentarios
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Idó a menjar plastic tothom !
Se estan estudiando todo tipo de efectos toxicos hoy en dia, asi que solo queda esperar un tiempo para entender varias cosas faciles: 1. los microplásticos llevan dentro multiples sustancias (que se liberan en parte en nuestra digestión ) que ya se les conoce su toxicidad, con lo cual lo dificil es saber qué dosis exacta podemos permitir que haya porque las sinergias de toxicos suelen ser peor que los efectos individuales. 2. La prevision es que por la producción mundial de plásticos aumente una barbaridad la cantidad de microplasticos en la naturaleza 3. Estos residuos se convierten en nanoplasticos y en cuanto se demuestre que éstos ultimos pueden ser ingeridos por celulas individuales humanas en el intestino no nos hará tanta gracia el tema. Lo peor, que será casi imposible decir a qué particula de microplastico le echamos la culpa si nuestra salud empeora, porque todas probablemente habrán contribuido. Es una cuestion donde la dosis juega un gran papel, y la dosis depende de que frenemos este problema. Y hablo solo de los humanos, pq los pobres animales no entienden la que estamos liando en su entorno
Tampoco hay evidencia de que usted sea listo!! Otro lumbreras que con el tiempo se tendrá que callar la boquita como pasa siempre
A ver Felipe, tu que eres científico, cuando crees que empezaremos a notar que nos ha afectado ? A mi lo me afectan son los entendidos que hacen suposiciones catastrofistas, sobre cualquier tema. Tu sabes la de vidas que se han salvado gracias al plástico ?
Sabemos con certeza realizando analíticas completas que podemos encontrar sustancias derivadas de los plásticos en sangre humana y tenemos que estar tranquilos porque no pasa nada y todo está bajo control? Prefiero la película de Titanic...
Pues igual que el tabaco, que lo anunciaban durante décadas como bueno para la salud, tiempo al tiempo y se verá como nos ha afectado a los humanos,que lo que ingerimos, haya ingerido micro plásticos previamente.