El precio del aceite de oliva está disparado. | Teresa Ayuga

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El precio del aceite de oliva se encuentra por las nubes en Balears. A principios de 2023 estaba por debajo de los 4 euros el litro, mientras que a finales de este mes de julio oscila entre los 6 y los 7 euros, en función del supermercado. «Ha subido muchísimo», asegura el presidente de la asociación de consumidores Consubal, Alfonso Rodríguez. En plena pandemia de la COVID-19 se armó un auténtico revuelo cuando su valor se alzó hasta los 5 euros el litros. Cabe precisar que la Diputación Permanente del Congreso ha convalidado este miércoles el séptimo paquete de medidas para afrontar la crisis derivada de la guerra en Ucrania, que incluye la rebaja del IVA del 10 % al 5 %.

Joan Deià, miembro de la junta directiva de Asaja en Baleares, explica que este incremento se debe a las malas cosechas de aceituna que se están produciendo en la Península, especialmente en Andalucía, que es el principal productor. Esto ha motivado que «las reservas de aceite de oliva estén en mínimos históricos». Aquí entra en juego la ley de la oferta y la demanda, ya que cuando se reduce la oferta los precios se disparan. En el caso del aceite que se produce en las Islas la situación no es tan crítica, ya que la última cosecha no fue mala y se espera que la próxima sea buena.

Esto hace que los precios del aceite de oliva balear no se hayan disparado, como ha sucedido con el ‘oro líquido’ de la Península. Sin embargo, Deià aclara que el producto local es más caro que el peninsular, puesto que tiene más calidad: sólo se produce aceite virgen y virgen extra.

Aún se encarecerá más

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Baleares, Bartolomé Servera, comparte que el incremento del precio del aceite de oliva está motivado por la sequía, a lo que añade los elevados costes de producción. «El campo andaluz encadena dos cosechas muy malas de aceitunas» y avanza que la próxima también lo será, debido a la falta de lluvias de este ejercicio. Además, avanza que en los próximos meses su valor se disparará aún más, puesto que la próxima cosecha volverá a ser mala en Andalucía y las reservas seguirán bajando.

El presidente de la asociación de consumidores Consubal añade otro factor a este encarecimiento: el aumento del consumo. «Nos están vendiendo que hemos superado la crisis, que venimos de una situación muy mala y que tenemos que disfrutar. Todo eso lo estamos trasladando a un consumo desmesurado», argumenta. A su modo de ver, «hay que comprar, pero debemos adaptar el consumo a nuestras posibilidades y, sobre todo, a nuestras necesidades».