La sentencia del juez Alberto Jesús Rodríguez, titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Palma, explica en el apartado de hechos probados que en marzo de 2018 nació el segundo hijo de un matrimonio palmesano, que decidió que ya no quería tener más descendencia. Así las cosas, al mes siguiente, el progenitor acudió a la consulta de un doctor palmesano, quele practicó una vasectomía bilateral con anestesia local, por la que pagó 400 euros.
El médico le informó que a los tres meses debía realizarse un seminograma de control, para confirmar la ausencia de espermatozoides, por lo que llegado ese plazo el demandante acudió a la consulta del facultativo y le realizaron la citada prueba. Luego, el doctor manifestó por teléfono a la mujer del paciente que aquél no tenía espermatozoides y dio 'luz verde' para «mantener relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos», según sus palabras.
En noviembre de 2019, la mujer del demandante «sufrió episodios de náuseas iguales a los que había padecido en sus anteriores embarazos". Como no desaparecían "y ante su propia incredulidad sobre lo que estaba sucediendo», la mujer insinuó a su marido la voluntad de hacerse una prueba rápida de embarazo, que dio resultado positivo. Para verificar la prueba, la señora se sometió a un segundo test, que arrojó el mismo resultado que el anterior.
Según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Ultima Hora, la noticia «causó un tremendo impacto emocional en el matrimonio y en la familia, y la relación se vio resentida y distanciada, pues toda la familia estaba en la creencia de que el cabeza de familia era estéril». A fin de despejar dudas, el varón acudió a una clínica de Palma en diciembre de 2019, que confirmó que su muestra de semen eran absolutamente normal.
Un mes después, el señor -defendido por el abogado Joan Carles Ferrer Salvà- acudió a la consulta del doctor que le había practicado la vasectomía. El médico se disculpó y le dijo: «Para esto están los seguros», añadiendo que lo podía volver a operar «sin coste alguno», a lo que el varón se negó. Ese verano, mediante cesárea urgente por pérdida de bienestar fetal, nació en Son Espases la hija del matrimonio. Dos meses después, él y la pequeña acudieron a un centro de diagnóstico del Camí dels Reis, para someterse a las pruebas de paternidad, que dieron un resultado positivo del 99,9 por ciento.
El coste de la manutención de un hijo/a, calculado hasta que éste alcanza la mayoría de edad, oscila entre los 110.000 y 200.000 euros, según consta en la sentencia. Ahora, el juez ha fallado a favor del demandante y ha condenado al médico y al seguro a pagar 137.628,46 euros en concepto de indemnización por la vasectomía fallida.
2 comentarios
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Espero que la Seguridad Social hiciese la prueba de paternidad, no valla a ser una juerga feminista. Bueno, ya me entienden.
He sacado este renglón del consentimiento informado que la junta de Andalucía hace firmar a los pacientes que se somenten a vasectomía: Posibilidad de recanalización espontánea del conducto deferente, aún a largo plazo. Si se produce es posible quer persista su capacidad fértil. De modo que si el paciente firmó el consentimiento informado y se le explicó esta posibilidad, no cabe indemnización alguna.