Firma de una hipoteca. | Andrea Piacquadio

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La Consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, y el director general de Consumo, Félix Alonso, se ha reunido este jueves con representantes de entidades, asociaciones y administraciones para dar a conocer los detalles del informe de las hipotecas Redal, que abre la puerta a renegociar unos 200.000 préstamos, según los cálculos. Al encuentro han asistido presentes representantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), el Colegio de Graduados Sociales, el director insular de Atención Comunitaria y Proyectos Estratégicos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Omar Lamin, además de varios técnicos de dicha institución.

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El objetivo de la reunión ha sido explicar los puntos más destacados del informe financiero, elaborado por el matemático Guillem Bou a petición de la Dirección General de Consumo, para que puedan asesorar a sus usuarios sobre cómo saber si su hipoteca es Redal y qué pasos tienen que seguir en caso de que necesiten renegociar las cuotas ante una imposibilidad de hacer frente a las mensualidades. Este informe está disponible en la web portalconsum.caib.es al alcance de todos los interesados. Según establece el estudio, cerca de 200.000 hipotecas firmadas en Baleares podrían ajustarse al concepto Redal. «Es decir, en ellas podría haber una imprecisión en el texto contractual que se firmaba habitualmente y esta opción permitiría al cliente afectado, renegociar la cuota si por dificultades económicas no puede atender el pago mensual tras las últimas subidas», ha señalado la Conselleria. En este caso, la persona o familia endeudada tendría derecho a devolver un importe menor hasta llegar, en los casos más extremos, a pagar la cuantía equivalente a los intereses más un céntimo de euro. «Esto podría permitir parar impagos e incluso desahucios, inevitables con otras fórmulas», ha añadido la conselleria.

¿Qué es una hipoteca Redal?

El informe expone que los contratos Redal muestran una «clara» indefinición de las cuotas que tienen que pagarse por capital o intereses y esto hace que sea imposible que el cliente pueda definir las cuotas futuras. Por lo tanto, según han apuntado, puede entenderse que es el banco o entidad quien «las fija unilateralmente, sin la negociación y consenso que exige la normativa de consumo». Ante esta «incertidumbre», el informe concluye que los afectados pueden beneficiarse para rebajar la cuota mensual recalculando el pago mensual a cuantías que puedan abonarse según la situación económica de cada afectado. Conforme a lo recogido en el informe, el Banco de España ya alertó en 2002 que sin una fórmula o método explicitado en el contrato no hay un importe pactado de las cuotas y que, de esta manera, la entidad «no puede imponer un sistema de amortización ni siquiera en los casos en los que fuera un sistema existente o que se usara habitualmente». Consumo ha considerado que prueba de ello es que tanto la Asociación Hipotecaria Española (AHE) como el Banco de España publicaron documentos donde ya se hablaba de «contratos sin fórmula», uno de los tipos de Redal existentes.