Son Espases realizó 76 pruebas diagnósticas de más en abril. | HUSE

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El guion sanitario va según lo previsto, pero no deja de ser alarmante ver una lista crecer sin que parezca tocar techo. Se espera que, tras el significativo parón de visitas al especialista que causó la fase aguda de la pandemia por COVID, el efecto rebote haga incrementar las derivaciones, sobre todo para una primera consulta con el especialista, pero también en solicitudes de pruebas diagnósticas o en operaciones quirúrgicas. Sin embargo, en el mes de abril ya había 63.078 personas esperando para acudir al médico hospitalario, un 41 % más que hace un año. Y la previsión es seguir creciendo. Lo importante en este caso, como se señala siempre, no es tanto el grueso de la población a atender, sino el tiempo que se tarda en hacerlo. Pues bien, si hace un año la espera media para acudir a la consulta era de 41 días ahora está en 59, crece un 44 % y supone casi dos meses.

Por lo que respecta a las operaciones quirúrgicas, también hay más personas esperando (15.048 frente a las 13.899 del año anterior), pero se frena muy ligeramente la demora media, que baja un 0,8 % y se sitúa en cuatro meses y medio. Sin embargo, los datos actualizados a 9 de junio señalan una consolidación del descenso en el tiempo medio de espera. La parte positiva a añadir a las crudas cifras es que hace dos meses se inició un plan de choque que inyectará cerca de 18 millones de euros a Salut, básicamente para poder pagar horas extra de los profesionales que, de forma voluntaria, trabajen de más para aliviar las listas.

Durante este tiempo han empezado a verse resultados, y eso que en abril hay que tener en cuenta la ralentización a causa de la Semana Santa. Durante ese mes se realizaron 14.208 actividades sanitarias, el 3,8 % de las 367.100 que quieren adelantarse durante 2022. En abril se resolvieron, por ejemplo, 508 operaciones quirúrgicas de más o 8.638 consultas externas extra, más allá del trabajo diario de la sanidad pública. La propuesta es de unas dimensiones titánicas, aunque «nuestra parte del trabajo es suministrar todos los medios disponibles, sobre cómo se traducirá esto en las listas de espera ya lo veremos», avisa el director de Gestión y presupuesto del IB-Salut, Manuel Palomino.

Objetivo: reducir un 20 %

La intención es que a finales de año se hayan podido reducir en un 20 %, como en ocasiones se le ha escapado a la consellera Patricia Gómez. Y es que una de las prioridades de los gestores es normalizar la famosa lista antes de 2025. Es más, a Manuel Palomino ya se le oye verbalizar aquello de ir recuperando el Decreto de Garantía de Demora.