Todo el personal sanitario que regrese de vacaciones a su puesto de trabajo deberá presentar una prueba diagnóstica negativa al margen de si está vacunado o no. | Archivo UH

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Todo el personal sanitario que regrese de vacaciones a su puesto de trabajo deberá presentar una prueba diagnóstica negativa al margen de si está vacunado o no. Es una de las medidas complementarias a la obligación de presentar el certificado COVID para ir a trabajar a los centros sanitarios.

El Consell de Govern ha aprobado este lunes que todo el personal sanitario que esté sin vacunar o no haya pasado la enfermedad deberá hacerse tres pruebas diagnósticas por semana de las que al menos dos serán PCR. Este medida supone, de facto, la exigencia del certificado COVID para ir a trabajar a un centro sanitario.

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Como medida complementaria y con el fin de que los centros sanitarios sean espacios libres de coronavirus, el Govern exigirá además que los vacunados también se hagan una prueba diagnóstica a la vuelta del periodo de vacaciones. La medida afecta a todo el personal de los centros sanitarios públicos y privados como hospitales, centros de atención primaria, clínicas dentales, centros de interrupción voluntaria del embarazo, ambulatorios, centros de diálisis y centros de salud mental.

El Govern pedirá permiso al Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears para que le permita esta exigencia, que se pondrá en marcha una vez que se publique en el Butlletí Oficial de les Illes Balears, una vez obtenido el visto bueno de la justicia.