Marga Prohens es la candidata a liderar el Partido Popular de las Illes Balears.

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La diputada en el Congreso Margalida Prohens (Campos, 1982), aspira a presidir el PP tras la salida de Gabriel Company. De ahí confía en dar el salto a la Presidència del Govern en 2023.

¿Es usted la Ayuso balear?

— No. Yo soy Marga Prohens, de Campos, afiliada al PP balear desde hace muchos años. Admiro la gestión de la pandemia que ha hecho Ayuso, pero ni Balears es Madrid ni se pueden gestionar de la misma manera su gente su acento o su tradición. Soy, sobre todo y ante todo, una mujer libre que huye de etiquetas o comparaciones.

Ya que menciona la libertad, ¿no es simplista reducir este concepto a tomarse una caña?

— Libertad no es tomarse una caña porque para que te tomes esa caña hay una persona que la sirve, un transportista que la lleva, un distribuidor que se encarga de que llegue al bar, un fabricante... Eso es libertad.

La victoria de Ayuso pareció basarse en poder tomar cañas.

— No. La victoria de Ayuso está basada en una gestión que ha hecho que Madrid encabece el ránking de competitividad, que la reducción de puestos de trabajo no sea como aquí, donde encabezamos la destrucción de empleo y las listas del paro. Ha sabido combinar la gestión sanitaria con la económica. Frente al modelo agotado de Armengol, las prohibiciones y la imprevisión, Ayuso ha sabido gestionar.

Pero los datos sanitarios de Balears son mucho mejores que los de Madrid.

— Ya le he dicho que Balears no es Madrid, tampoco en el flujo de ciudadanos y en los controles que pueden hacerse para entrar en la comunidad. Allí es mucho más complicado, con gente que va y viene, como yo misma. Sin salud no hay nada, la gestión de esta crisis no ha sido fácil, pero aquí se ha optado por un modelo concreto, con la mayor caída de algunas actividades como la restauración. Van improvisando.

Con otros datos sanitarios, igual no podrían venir turistas ni salvarse la temporada.

— He leído informaciones que apuntan a que Balears seguirá en ámbar para el Reino Unido. Conseguir actividad dos meses no es salvar la temporada. Aquí hay gente que lleva un año sin trabajar y 100.000 personas en paro, incluidos los ERTE, que acabarán siendo ERE.

¿Su candidatura la decidió usted, la decidió Casado o la decidió Company?

— Fue una decisión mía. Ya le he dicho que soy una persona libre que huye de las tutelas y de las ‘tutías'. Company comunicó a su equipo su intención de no seguir en una situación en la que el PP está mucho mejor a como la encontró y además con unas encuestas muy positivas. Empezamos a trabajar para conseguir una candidatura única y por lo poco que se ha visto estos días creo que la decisión es la correcta: ya se está viendo que la izquierda habla mucho del PP.

¿Se considera heredera de Bauzá o de Company?

— He trabajado con Bauzá como diputada y con Company he sido de su círculo de confianza. Hace años que este no es el PP de Bauzá o quizá es mejor decir que el PP nunca fue de Bauzá y la demostración más clara es que ya no está y ahora es un socio estratégico de Francina Armengol con todas las decisiones que ha tomado Cs. Bauzá está más próximo a Francina Armengol que a Marga Prohens.

Pero usted sí apoyó algunas de las decisiones de Bauzá en el Parlament y Armengol, no.

— Lo que yo apoyé o no de alguien que ya no está retrata a Cs, que es donde está la persona, partido que además es socio estratégico de Armengol.

¿Cómo hará oposición desde el Congreso?

— No es un problema. Lo sería si este fuera un proyecto individual de una sola persona, pero detrás hay un gran equipo. Aquí vemos partidos individualistas que caen cuando cae el líder y al mismo tiempo una izquierda que no se renueva y en la que siguen los mismos de siempre.

¿No es una complicación?

— Creo que es positivo tener otra perspectiva, aprender de cómo se gestiona en otros sitios. Esta pandemia nos ha demostrado que tener una voz fuerte ante Madrid cambia las cosas. Yo conocí a una Armengol muy reivindicativa que ha dejado de serlo en el momento más difícil para Balears, cuando más se necesitaba oír su voz. Ahora es una portavoz del ‘sanchismo' y esta semana hemos visto que no ha defendido algo muy propio de Balears: las herencias en vida. A Armengol no se le he ha oído.

Para ser presidenta de Baleares, probablemente necesitará a Vox. ¿No le incomoda?

— Me presento por ahora a la presidencia del PP balear y, como dice Simeone, partido a partido. Estos días he visto unas ganas, fuerza e ilusión que pienso materializar en escaños, pero me presento para gobernar en solitario esta comunidad.

Para eso necesitará un PP de amplias mayorías. ¿Cómo piensa recuperar los votos de quienes se fueron?

— Haciendo un discurso centrado, liberal, de convivencia, moderno, abierto frente a la confrontación y pensando en los problemas de la gente, sin inventar problemas ni debates estériles. Pienso hablar a los trabajadores que se sienten engañados, a esa pobreza que crece, a los autónomos y a las familias. Con toda la distancia que hay con Madrid, las elecciones allí han demostrado que a más PP, menos izquierda. Ese ‘basta' a Armengol, a las prohibiciones y a una forma muy soberbia de hacer política solo se consigue con el PP.

En los adjetivos que emplea para describir este nuevo PP no aparece regionalismo.

— El PP de Balears va a mantener su carácter propio dentro de un proyecto nacional. Pero hay que entender que hay muchas formas de estar en el PP y yo tengo claro que el PP de Balears y de cada una de las Islas marcará su acento propio como pasa en otras comunidades. Aquí no hay conflictos internos, a diferencia de lo que pasa en otros partidos. Nosotros vamos todos a una para tener una mayoría con un proyecto ideológicamente amplio.

palma entrevista marga prohens foto morey
La precandidata del PP, con una taza de té.

En el interior de un bar como apoyo al sector

Prohens PP eligió el interior de un bar del Passeig Marítim de Palma, no la terraza, para realizar la entrevista. Fue una muestra de apoyo a la hostelería en uno de los momentos más críticos para el sector, que ha montado incluso una asociación de restauradores por la gestión de la pandemia. Prohens denuncia las constantes prohibiciones y la sistemática persecución a los empresarios con el envío de inspecciones durante la crisis sanitaria, como la que sufrió este establecimiento.