«Rogad a Dios en caridad por el alma de María Josefa H. G. Que falleció el 25 de diciembre de 2020 a la edad de 91 años, en Palma. E. P. D».
En la página 38 del sábado 26 de diciembre del año pasado, en un diario de Mallorca aparecía publicada la esquela de una mujer: «Su afligido hijo, nietos y demás familiares al participar a sus amistades tan sensible pérdida les ruegan la tengan presente en sus oraciones. Se realizará un acto de despedida hoy a las 17.00 horas en el cementerio de Palma».
La vida imposible
El acto de despedida nunca se celebró. Nadie rogó que la tuvieran presente en sus oraciones porque María Josefa H. G. está viva. La persona que supuestamente publicó la falsa esquela en ese periódico fue su hija Inmaculada P. H., de 64 años, una exprofesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB) que le hace la vida imposible desde hace tiempo.
La exdocente, a finales de 2019, ingresó un mes en prisión tras intentar incendiar la puerta de la casa de su madre, en Palma. Agentes de la Policía Nacional sorprendieron a Inmaculada con un cartón ardiendo en el rellano donde reside la víctima. Al ver a los policías, la mujer salió corriendo escaleras arriba, pero fue interceptada a los pocos metros.
A raíz de la detención, los investigadores del Grupo de Atracos registraron la habitación del hotel Zurbarán, donde se alojaba Inmaculada. Los agentes encontraron una agenda de color rosa con numerosas anotaciones: «Estaré aquí hasta que tenga el control de todo el dinero de Josefa [su madre]. Después iré a Palma y mataré a Josefa».
«Tengo que conseguir el testamento como sea antes de matarla»; «Matar a Josefa y a J.C. [su hermano]». Inmaculada tenía un poder notarial sobre ellos obtenido, supuestamente, de manera fraudulenta.
La exprofesora de la UIB se hizo pasar por su madre, a quien le habría sustraído toda la documentación, para acudir disfrazada de ella a un notario de Barcelona y modificar el testamento a su favor. La exprofesora también firmó un poder y la donación de una vivienda.
Hubo otro episodio en el que se presentó en una notaría de Palma con una mujer de avanzada edad que simuló ser su madre para obtener otro poder. En verano de 2019, Inmaculada llamó a los servicios de emergencias varias veces alertando falsamente de episodios de malos tratos en el domicilio de su madre. Los familiares de la detenida creen que padece algún tipo de trastorno mental.
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