Vista de un edificio en construcción en Palma.

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El Govern regulará las condiciones de trabajo en la construcción mientra se mantenga la alarma sanitaria por el coronavirus, que incluyen que los obreros tendrán que ir solos al trabajo, mantenerse a dos metros de distancia unos de otros y que sus jornadas deberán de ser continuadas.

El conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, se ha reunido esta tarde con representantes de los sindicatos y patronales y de las organizaciones profesionales del sector para ultimar la orden que dictará en breve para tratar de hacer compatible la contención de la pandemia de coronavirus con el mantenimiento de la actividad en el sector.

«El conseller ha asegurado que la orden es necesaria para aclarar cómo se debe llevar a cabo la actividad con todas las garantías», ha indicado su departamento en un comunicado.

Pons se ha comprometido ha exponer ante el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, problemas y dudas que el estado de alarma ocasiona al sector, como la incertidumbre de si las empresas pueden mantener la actividad aunque mantengan actividad o las posibles responsabilidades de directores de obra.

Algunas de las medidas contempladas en la futura orden del Govern, junto a la jornada continuada obligatoria y la distancia de dos metros entre trabajadores, que los obreros estén el mínimo tiempo posible en la calle y coman por turnos, y que se desplacen por separado a las obras, excepto los proveedores de mercancías que pueden ir dos en un camión para descargar.

En las obras se instalarán paneles informativos, zonas con agua, jabón, papel secante y gel desinfectante, y los trabajadores tendrán que tomarse la temperatura antes de ir a la obra y emplear guantes.

En caso de haber convivido con una persona infectada y presentar algún síntoma, el obrero lo comunicará a la empresa y seguirá desde casa el protocolo establecido para toda la población.