«Las cuentas del Govern han sido aprobadas en tiempo y forma», ha destacado la portavoz del PSIB, Silvia Cano, que ha subrayado que la estabilidad del Ejecutivo liderado por la socialista Francina Armengol ha llevado a que Baleares sea una de las primeras comunidades autónomas en aprobar sus cuentas del nuevo año.
Los partidos que apoyan la gestión del Govern (PSIB-PSOE, Unidas Podemos, Més per Mallorca, Més per Menorca y Gent per Formentera) han validado estas cuentas a las que se han opuesto abiertamente PP, Ciudadanos (Cs) y Vox, principalmente porque -han argumentado- supondrán un aumento de la deuda pública de la comunidad, que se sitúa a día de hoy en los 9.300 millones de euros y reflejan una previsión de ingresos «irreal».
Se trata de las cuentas públicas «más sociales de la historia de Baleares», ha resaltado Cano, y los quintos presupuestos consecutivos elaborados por el Govern progresista de Armengol desde que la política de Inca accedió al poder en 2015 tras suceder en el Consolat de Mar, sede del Ejecutivo, a José Ramón Bauzá, del PP.
Los presupuestos aumentan el gasto destinado a cubrir las políticas sociales, en materia de salud, educación, servicios sociales, empleo y vivienda, hasta situarse en 3.091,4 millones de euros, la cifra más alta destinada a estas áreas, con un incremento del 0,4 % en relación a 2019.
El tema más destacado del debate de estos tres días de las enmiendas parciales de los grupos políticos ha sido la propuesta de Més per Menorca sobre el complemento de residencia (22.000 euros anuales) que cobran los altos cargos del Govern balear que trabajan en Mallorca pero que están empadronados en Menorca, las Pitiusas o en la Península.
Més per Menorca quería que solo lo perciban los altos cargos que residen en Baleares al tratarse de una ayuda para hacer frente a la doble insularidad propia de Baleares, pero no los altos cargos empadronados en la Península.
Finalmente, todo quedará como hasta ahora -lo cobrarán todos- porque la propuesta contó con el apoyo de Més per Mallorca, Ciudadanos y el PI, mientras que votaron en contra PSIB, Vox y Unidas Podemos. El PP se abstuvo.
La portavoz socialista ha declarado que se puede «reflexionar» sobre este asunto o cualquier otro, pero lo que no se puede hacer es «modificar las reglas del juego en mitad del partido», es decir, en la recta final del debate presupuestario.
El portavoz del partido menorquín, Josep Castells, ha mostrado su satisfacción porque, con tan solo dos diputados, ha puesto en el debate público este asunto, que volverá a presentar en los presupuestos de 2021, ha adelantado.
La portavoz adjunta de Ciudadanos, Patricia Guasp, ha dicho que con su voto PSIB y Unidas Podemos han quedado «retratados» tras reconocer durante el debate que los recursos financieros de la comunidad son «escasos».
En el debate de los presupuestos -en comisión y en pleno- se han debatido 864 enmiendas parciales y han salido adelante 168, de las que 54 corresponde a la oposición.
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COMO APLAUDEN POR LOS 22.000 EUROS..