¿Los padres están muy perdidos?
— Nos han educado en el autoritarismo y ahora rechazamos los castigos, los cachetes. ¿Cómo lo hacemos? Porque hay que educar de alguna manera. Recibimos mucha información, a menudo contradictoria. La gente está muy perdida y no nos educaron para sobrellevar la frustración y otros sentimientos considerados negativos como la ira o la tristeza. A los niños hay que ayudarles a darles herramientas para gestionar sus emociones. El otro riesgo es caer en la permisividad. Hay que encontrar un punto medio.
En los últimos años ha surgido el polémico movimiento de los antivacunas.
— Todos somos conscientes de que las grandes corporaciones hacen negocio con nuestra salud, curando a los enfermos y también a los sanos, que compran vitaminas, jaleas y otras cosas para no ponerse enfermo. Pero esta mirada es perversa: negocio hoy lo es todo, aunque sea una necesidad básica. Con lo que menos dinero ganan las farmacéuticas es con las vacunas. Ganan muchísimo más con jarabe para la tos. La gente ha perdido el miedo a ciertas enfermedades y temen los efectos secundarios de las vacunas, pero son prevenibles y si vuelven, se pueden llevar la vida de varios niños.
Con tantas opiniones e información, ¿de quién se pueden fiar los padres?
— Antes los referentes era la familia. Ellos te enseñaban a educar. Hace un siglo aparecieron los profesionales y afirmaban que con el llanto, los niños intentan manipular a los padres, que lo deje llorar. Ahora nuestras madres dicen lo que decían los médicos, pero los profesionales lo hicieron mal y los abuelos al final no iban tan desencaminados.
Afirma que el comportamiento de un niño problemático dice mucho más de sus padres que de él.
— Los profesores y los profesionales de la salud observan y saben que hay algo. El niño se adapta a la situación que hay en casa. Si tiene unos padres que están poco tiempo con sus hijos, empezarán a dar problemas. Si pido que estéis conmigo y no me escucháis, haré lo que sea para que me hagáis caso. Prefiero tenerte a mi lado gritando y con bronca, que no tenerte. Un niño que da problemas es que tiene problemas y se lo está gritando a la sociedad.
Tampoco ayudan los problemas de conciliación...
— Se intenta igualar permisos para evitar la discriminación pero un niño se queda sin padres a las 16 semanas. Llevan a los niños a la guardería enfermos con un ‘chute de Dalsy' y así les soluciona la conciliación. Hay que luchar por una reducción de horario sin reducción de sueldo. Hay que valorar el cuidado del hijo.
La lactancia está en medio del debate, incluso entre aquellos sin experiencia.
— Hagáis lo que hagáis las madres, estará mal. Hay una gran presión inicial para dar el pecho. Y cuando pasan unos meses, la presión es doble para que abandone la lactancia materna. A partir del año no está bien visto que las madres den el pecho a sus hijos. Y a la que da el biberón se le dice que no lo intentó lo suficiente. La lactancia a demanda se ha hecho toda la vida pero nuestras madres lo dejaron por el biberón: ya no hay, pues, una transmisión de madre a hija. Ahora los profesionales tenemos que formarnos para ayudar a las madres. También hay grupos de lactancia que, por suerte, transmiten el conocimiento de madre a madre.
¿Qué hacemos con los móviles y las tablets?
— Esconderlos y usarlos lo menos posible en su presencia. En un bebé actúa igual que si fuera la droga, la comida rápida o cualquier sustancia capaz de secuestrar su mente. Su comportamiento es similar al de la adicción y padecen de síndrome de abstinencia y rabietas cuando se lo quitan porque lo necesitan. Es una droga visual para un niño pequeño cuyo cerebro no es capaz de racionalizar y desaparece de la realidad. En ese mismo momento no recibe ningún estímulo. Pero a él le encanta y lo necesita.
¿Cómo consumir pantallas?
— Hasta los dos años no pueden estar expuestos a ninguna. A partir de entonces, solo a contenido de muy alta calidad o juegos, pero con un máximo de media hora o una hora al día. Lo que está pasando es que en lugar de inculcarles normas y valores, que se transmiten hablando, les damos el móvil. Les secuestramos de la vida y así no sabrán como portarse en un restaurante o en cualquier sitio. Pierde el valor de hablar con los adultos, de conocer anécdotas e incluso interrumpir para aportar su propia opinión.
9 comentarios
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Todo sentido común. Tambien es cierto que muchos padres no deberían serlo por la educación y trato que dan a sus hijos.
En el cerebro de un bebe y en el de muchos adultos tambien. Para los incredulos, si que hay estudios y documentales sobre la adiccion a las pantallas en los niños. Hay casos muy serios de dependencia total en niños pequeños, igual que una droga. Pero claro como siempre el negocio es el negocio, y hay que vender moviles, segun que informacion no interesa
No habla de radiación sino de neuronas, conexiones sinápticas, endorfinas, neurotransmisores, que son mecanismos ligados a las adicciones. Este libro lo voy a comprar por que promete para quien crea en estos términos...
Manifestacions molt científiques i acurades.
un enfermero hablando de psicología, afectación neuronal, nuevas tecnologias, amigo que flaco favor le estás haciendo a tu profesión , las inquietudes personales están muy bien pero de ahí a salir contando obv iedades de perogrullo como si acabarás de inventar la pólvora pues oye... pantallas y niños malo, en serio? espera que te doy yo otra, cubatas con freeway malo también
Creo que no se refiere a que la radiación sea perjudicial sino a que se vuelven adictos al uso del móvil. Como a aquel demonio vestido de ángel.
Aqui cada cual dice lo que quiere...... Dice que el movil afecta como la droga.....y donde esta el estudio que lo dice eso? Porque segun un estudip dice que no se puede demostrar que la radiacion de un movil afecte alos humanos pero segun este señor si....vaya iluminado
@Berto. Poner en tela de juicio el tema de las pantallas y los bebés es de una ignorancia supina, respecto a este tema lo que dice este señor es una verdad como una catedral. Si alguien no se quiere vacunar contra la estupidez, que no lo haga...
Tengo una curiosidad, todo eso que ese señor dice y cuenta ¿dónde lo ha aprendido o estudiado? Porque según dice la información, ese señor es ENFERMERO, nada menos, ni nada más. O sea, no parece que estemos ante un investigador de alto nivel, o ante un científico especializado en estos temas, o alguien cuya profesión nos dé a entender que realmente sabe de lo que está hablando, porque trata temas muy diversos y parece que sabe de todo, de vacunas, de temas sociales, de los padres y madres, de pantallas...¡hasta de cómo afecta un teléfono móvil a un bebé...! En fin, creo que hay que poner en cuarentena ciertas cosas que dicen ciertas personas que se atribuyen supuestos conocimientos que vaya usted a saber de dónde los han sacado. El tema de los bebés y los niños es muy delicado y no cualquiera es apto ni está preparado para pontificar al respecto.