El artículo 24 del texto normativo fija medidas de prevención en la generación de estos envases, y marca que los establecimientos hoteleros y de restauración deberán ofrecer siempre la posibilidad de consumo de agua no envasada apta para el consumo humano, de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento.
Agua sin garantías
Los hoteleros aseguran que el agua de grifo suministrada por algunas compañías locales de distribución no cumplen la normativa de forma estricta. Acompañan su escrito con una serie de artículos aparecidos en los medios de comunicación sobre la deficiente calidad de los acuíferos y del agua que se suministra por la red y concluyen que ofrecer ese producto «introduciría un factor de riesgo sanitario» en los establecimientos.
«Este tipo de conductas pueden derivar en la interposición de reclamaciones por enfermedades gástricas que en los últimos años han dado lugar a indemnizaciones millonarias y campañas de imagen negativas para las Illes Balears», señalan. Piden, por tanto, que se retire este punto de la ley.
En su argumentación, señalan también que la obligación de ofrecer agua de forma gratuita contribuye «a la banalización del precio y del coste del agua» y recuerdan, precisamente, que en muchas ocasiones se «penaliza» el consumo de este bien en los establecimientos hoteleros y de restauración.
Las alegaciones de la Federación Hotelera van más allá y también se oponen a las medidas que incorpora el proyecto de ley contra el «despilfarro» alimenticio. El artículo 25 del proyecto que ha presentado la Conselleria de Medi Ambient obliga a los hoteles y establecimientos de restauración a facilitar a los clientes que lo soliciten lo restos de alimentos no consumidos en envases compostables, a excepción de los que ofrezcan bufet o menú colectivo.
Riesgo sanitario
Los hoteleros señalan que esta práctica no está exenta de cierto riesgo sanitario para el consumidor, si no se siguen estrictas reglas de higiene por las dos partes. Añaden que la legislación alimentaria se muestra contraria al posible reaprovechamiento de los restos de comida. «Con dichas prácticas, se está trasladando la responsabilidad del riesgo sanitario a las empresas de hostelería y restauración», insisten.
2 comentarios
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Todo lo que sea traer agua de fuera ayuda a paliar la sobreexplotacion de nuestros acuiferos, por una vez consideren que el plastico en el que viene el agua "importada" es un mal menor. Si se reciclan bien los envases, no iran al mar.
No bebemos agua del grifo los que vivimos aquí y les obligamos a los hoteleros a dársela a los turistas...alucinante. Señores, arreglen primero la calidad del abastecimiento antes de imponer más leyes absurdas. Hagan lo que hace años debían haber hecho y acaben de instalar las redes de saneamiento en todos los núcleos urbanos de la isla!!!!! Para eso sí que deben usar la ecotasa y no en absurdos proyectos lingüísticos.