La UIB detecta plagios con un programa informático, aunque son muy esporádicos

Joan Frau, vicerrector de Docència de la UIB, explica que «este programa informático detecta el fragmento copiado, el origen del mismo y establece el porcentaje del trabajo que corresponde a una copia o plagio».

La aplicación del Turnitin en la UIB se inició en el curso 2013-14 como plan piloto, pero al siguiente ya se utilizó de manera plenamente efectiva. Frau señala que «gracias a este programa informático se han detectado algunos trabajos copiados, pero la verdad es que ocurre de manera muy esporádica. Existen otros programas detectores de copias o plagios en las universidades españolas, pero el que tenemos en la UIB ofrece una gran fiabilidad».

El vicerrector indica que «realmente, resulta complicado que un alumno pueda presentar un trabajo copiado, aunque sea parcialmente, no sólo por la disponibilidad del programa informático. Pongamos por ejemplo un trabajo de fin de master. Ya desde el principio al alumno se le asigna un tutor que es un profesor de la titulación y, por tanto, conocedor de la temática. El estudiante y el tutor mantienen numerosas reuniones en las que el segundo asesora y guía al primero para conseguir los objetivos del trabajo. Al final, el tutor considera que el alumno ya está en disposición de elaborar el trabajo y sigue ejerciendo su guía en este proceso. Si el alumno hace alguna trampa o actuación irregular en cuanto a la originalidad del trabajo, lo más probable es que el tutor se dé cuenta de ello».

En cuanto a la reciente polémica de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y su trabajo de fin de master, el vicerrector comenta que «cuando el tribunal evalúa, emite un acta que es registrada en el Centre d'Estudis de Postgrau. Del trabajo se realizan cuatro copias: para el alumno, para el tutor, para el tribunal y para el mencionado centro. Es éste último el que custodia con todas las garantías el acta correspondiente. Los otros tres pueden hacer lo que quieran con el trabajo».