Alud de condenas a los bancos por las cláusulas suelo en las Islas

Según los datos difundidos por el Consejo General del Poder Judicial, el juzgado único que tramita estas causas en Mallorca más los de Eivissa y Menorca habían resuelto en los últimos seis meses 152 demandas. En el tercer trimestre de 2017 se estimaron un 96,8 por ciento de las reclamaciones que se presentaron y en el primero de este año 93,3. El porcentaje de resoluciones favorables a los consumidores es abrumador en toda España. En esos seis meses son más de 9.000 sentencias y un 98,3 por ciento condenan a las entidades bancarias. Es cierto que no son resoluciones firmes y que, frente a ellas aún se puede acudir ante las audiencias provinciales y más tarde ante el Supremo.

Las reclamaciones abordan de forma mayoritaria claúsulas suelo, vencimiento anticipado, intereses moratorios, gastos de formalización de las hipotecas o los contratos en los que los intereses se vinculaban a otras divisas, aunque tiene cabida cualquier claúsula de contratación de una hipoteca.

Los juzgados especializados surgieron a partir de las sentencias que anulaban las claúsulas suelo y obligaban a los bancos a devolver todo el dinero que habían cobrado desde el inicio de la hipoteca. En Balears, el Consejo General, decidió centralizar todas las de Mallorca en un único organismo, el Juzgado de Primera Instancia 17 de Palma, y especializar otro en cada partido judicial de Menorca y en Eivissa. La avalancha de demandas que se han presentado, más de 3.500 en las Islas, llevó a que el plan inicial del Consejo se modificara y que, de un único juez en prácticas que estaba al frente de estas reclamaciones se pasara a destinar también a la titular del juzgado de forma exclusiva.
Los órganos de gobierno judiciales espera que, una vez que las sentencias se hagan firmes, las entidades bancarias se allanen a las demandas.

Algunos bancos negocian ya con los clientes para evitar juicios

Las entidades bancarias han adoptado posturas diferentes frente a la avalancha de reclamaciones sobre claúsulas de hipotecas. Así, unas cuantas ya han comenzado a negociar con los clientes para evitar asumir además los costes del procedimiento judicial si bien van caso a caso. Por contra hay otro grupo de bancos que mantiene una postura numantina y alarga los procedimientos en los juzgados como una manera de poner un flitro a las reclamaciones. Este segundo grupo es cada vez menor. La situación cambiará una vez queden claros del todo los criterios jurisprudenciales.