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Un Juzgado de lo Social ha dado la razón a Ana Saida Rodríguez, la trabajadora de Acciona en Son Sant Joan que demandó a su empresa por prohibirle llevar el velo.

De esta manera, la sentencia le permite ir con velo a su puesto de trabajo y suspende las sanciones que le habían sido impuestas. Además, la empresa deberá indemnizarla con 7.892 euros.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida.

En la vista celebrada en el Juzgado de lo Social, la compañía sostuvo que no se produjo una discriminación por motivos religiosos sino que se le aplicó a la empleada el mismo código de vestuario que al resto de la plantilla.