Sede de la Editorial Moll en 1937. | Archivo

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La Editorial Moll ha cerrado, tras 80 años de existencia y después de haber presentado un concurso de acreedores hace casi tres años, tiempo en el que ha intentado «remontar la situación», pero «a pesar de los esfuerzos», estos «no han sido suficientes» y, según han informado, «han llegado a una situación insostenible».

En una carta abierta, han explicado que durante estos últimos años han sufrido «graves problemas económicos» y a pesar de las ayudas -la campaña 'Amigos de la Editorial Moll', el crowdfunding para editar el volumen VI de las Rondallas mallorquinas o la compra de libros- se ven forzados a «cerrar» sus «puertas».

Así, han destacado que han tenido un lugar en la «pequeña historia» de Balears y, «en épocas muy difíciles para nuestra lengua y cultura», «ha contribuido a consolidarlas y a configurar el mundo cultural de las Islas para que pudiera llegar a ser lo que es hoy en día».

«Por suerte, esta tarea, que durante un tiempo el fundador, Francesc de B. Moll, llevó a cabo casi en solitario, junto con los amigos y autores de quien se rodeó- ahora ya no es patrimonio de una sola empresa o institución», han señalado.

De esta manera, han afirmado que «muchas otras se han añadido» y entre todas ellas han conseguido «una situación casi normalizada para la lengua y cultura en catalán».

«Podemos decir con orgullo que hemos cumplido un ciclo y que ahora ya no somos imprescindibles, tal como algunos nos decíais que éramos», han añadido en la misiva firmada por el gerente, Antoni Moll Echeto y la directora de producción, Susanna Moll Kammerich.