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Decir lo que uno piensa de verdad en relación con temas controvertidos, se ha convertido en un ejercicio de imprudencia ya que se enfrenta a más que una probable crítica destructiva, diría más, creo que el deporte nacional está pivotando hacia el insulto o la descalificación en redes sociales.

En la época del NODO, la tecnología del blanco y negro pareciera acompañar las opciones de interpretar la realidad de las cosas. Luego vino el cromatismo con la transición y la democracia y a partir de ahí hay colores para todos los gustos.

Cada vez quedan menos espacios de diálogo constructivo y respeto a la opinión diferente, ya no digo aquéllos en los que te permites escuchar, aprender o hasta cambiar de opinión sobre algo ante un argumento de peso.

La arrogancia intelectual nos invade y lo peor es que estamos faltos de referentes en prácticamente todos los órdenes de la sociedad. Pareciera que hubiese un plan mundial para volvernos estúpidos, manejables y se utilizan todos los mecanismos posibles para evitar que la gente se respete y se lleve simplemente bien, aunque no subestimemos la estupidez humana. Basta leer historia.

Se erigen líderes mundiales a cuál más incompetente y radical que ponen el foco en el problema y no en la solución. A los jóvenes se les dopa digitalmente con todo tipo de aplicativos móviles con información intrascendente, incultura y relativismo moral, a la clase trabajadora con cierta curiosidad se les bombardea con exceso de información de editorial patrocinada y a los mayores, miedo en cápsulas. En resumen, poco pensamiento crítico y falta de valores de grupo.

En cuanto a visión estratégica, ésta se basa prácticamente en mantener el statu quo, pero para anticipar problemas como el del cambio climático o quién fabricará las mascarillas de la próxima pandemia, mejor ni hablemos.

De esos barros, estos lodos… una sociedad poco eficiente, sin visión y me atrevería a decir, sin ilusión y es que para saber dónde ir, hay que saber qué queremos ser. Europa fue construida sobre los valores cristianos y compro lo del no matarás, respetarás al prójimo. ¿Dónde acaba el ser bueno y empieza el ser tonto?

La EU es un gran invento, pero su organización administrativa es un despropósito y lo peor es que lo sabemos. A nivel empresarial, más de lo mismo, en general, faltos de innovación, exceso de regulación y con la agencia tributaria como socio mayoritario en un consejo de administración virtual. Europa, ¿De qué te vale ser tan lista si eres tonta! Pues eso, ¿de qué nos vale la tecnología y servicios públicos si no están orientados a vivir todos mejor y en armonía? ¿Qué es vivir mejor? ¿el Yo de hoy? ¿el nosotros? ¿nuestros descendientes? la próxima legislatura? Pues es un compromiso complejo, el mismo que cuando uno escala en la pirámide de Maslow desde las necesidades fisiológicas hasta la autorrealización.

La felicidad es cuestión de equilibrio, «respecte es qui sigui» verdad verdadera.