Pedro Matutes, director general de Sirenis Hotels | Jaume Morey

TWL

Pedro Matutes, director general de Sirenis Hotels, es un empresario con las ideas claras, de los que tienen identificados los problemas de Balears y la mejor manera de solventarlos. Su valoración de la temporada es excelente y está convencido de la bondad del verano próximo. «Nuestra valoración es muy positiva en términos de rentabilidad, ya que gracias a la estrategia comercial combinada con mejora en la gestión operacional hemos sido capaces de superar los resultados del año anterior. Respecto al verano próximo, a falta de conocer el comportamiento de las reservas de última hora, nuestra previsión es de un crecimiento más moderado de los precios», explica.

Considera también que la baja productividad es un problema generalizado, no solo del sector alojativo.
Matutes es consciente de las dificultades de la Mesa para el Pacto Social y Político por la Sostenibilidad y se limita, que no es poco, a pedir seriedad. «Esperamos seriedad a la hora de afrontar los problemas y un amplio consenso en las políticas a desarrollar ya que van a afectar a la principal industria de Balears, así como al bienestar de la población en general», manifiesta. Matutes es preciso al explicar tres medidas que considera que debería implementar el Pacto. «Trabajar eficientemente contra el intrusismo que provoca masificación, gestionar adecuadamente el ciclo del agua y contribuir a la aparición de productos turísticos que permitan desestacionalizar», señala.

El director general de Sirenis considera que deberían crearse instrumentos urbanísticos y fiscales para incentivar la reconversión hotelera. Es contundente al criticar a la oferta ilegal y considera que el sector hotelero debe ser fundamental en el sector alojativo. «La oferta ilegal debe ser erradicada. En el caso de las plazas obsoletas sería recomendable establecer mecanismos de salida que permitan su reconversión a residencial u otros usos. Han de tener una salida. Nuestra posición es que el sector hotelero debe ser la columna vertebral del sector alojativo», indica y añade que «debe evitarse en la medida de lo posible que el stock residencial tenga usos turísticos». Respecto a las manifestaciones contra la masificación turística que tuvieron lugar el pasado verano, Matutes señala el respeto como fundamental. «En primer lugar, total respeto para cualquier opinión, ya que el turismo es un asunto central en nuestra sociedad y, por tanto, hay pareceres diferentes. En todo caso, algunas actuaciones en las que se culpabiliza o acosa al turista son directamente repudiables y objeto de preocupación», afirma finalmente.