Simpson hizo un repaso del peso económico del sector: «A nivel mundial, los viajes y el turismo tendrán un valor de más de once billones de dólares a finales de este año». Eso implica que 348 millones de seres humanos estarán empleados en el sector, más que la población de Estados Unidos, y la previsión es que en los próximos diez años el sector crezca un 3, 7 por ciento. La previsión es igual de positiva para España: «2024 será un año récord para el sector de viajes y turismo en España». Cifró en 225.000 millones de euros su aportación al Producto Interior Bruto; un crecimiento del doce por ciento en comparación a los máximos previos a la pandemia, en 2019.
Empleo
También apuntó a un crecimiento del empleo que rondará los tres millones de trabajadores. «Esto es muy importante. La creación de empleo es la manera en la que financiamos los servicios públicos, cómo construimos cosas, cómo ayudamos a las personas a salir de la pobreza y cómo podemos invertir en el futuro», señaló. El ritmo de crecimiento de la actividad turística en España será el doble de la economía general en la próxima década, con incrementos del 2,4 por ciento cuando el PIB crecería un 1,4. Esa subida tendrá su traslación al empleo:Simpson augura un millón de trabajadores más, hasta los cuatro en 2034.
Sin embargo, ese crecimiento plantea una serie de desafíos, según la responsable de la organización turística internacional. Uno de ellos tiene que ver con el trasporte aéreo, en el que el aumento de la demanda de vuelos no se corresponde con el incremento de la fabricación de aviones. Pone el foco en otra situación: «En Europa estamos atrapados en la regulación. Hay tantos impuestos y cargos diferentes, como impuestos a los billetes; impuestos de solidaridad, tasas aeroportuarias y coste de seguridad que pueden resultar onerosos para las aerolíneas».
Sostenibilidad
Simpson también habló de sostenibilidad. El turismo produjo en 2019 el 8,1 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. La apuesta es la descarbonización: por un lado, en el transporte terrestre con la electrificación; y, en el aéreo, la presidenta de la WTTC aboga por los combustibles sostenibles cuya producción debería multiplicarse por mil hasta 2050.
Reclama de la Unión Europea que lo facilite y otras medidas: «Hablamos del cielo único europeo desde hace más de veinte años. De esta manera, los aviones podrían volar en línea recta sobre Europa y ahorrar un quince por ciento de emisiones. Pero la UE ha cedido ante la influencia de los controladores aéreos», lamentó. El Consejo Mundial defiende que el turismo «nunca debería suponer un coste para el medio ambiente o para la población local» y Simpson abordó directamente la saturación. «La masificación es un desafío que debemos afrontar. Muchos países dependen de los viajes y el turismo para su economía y regiones como Mallorca no son la excepción». Así, marcó el camino: «Nos corresponde a nosotros, como sector, alzar la voz cuando nuestros destinos están saturados, cuando la gestión del destino necesita una revisión o cuando nuestro sector daña a las personas y lugares de los que dependemos».
Plantea alternativas como promover viajes fuera de la temporada alta, ofrecer mejores tarifas en invierno o ayudar a los viajeros a «descubrir joyas ocultas». «Sigamos trabajando por un futuro más inclusivo y sostenible. Protejamos el paraíso, donde sea que lo encontremos», concluyó Simpson.
El apunte
El «poder blando» del sector turístico: «Unir a personas»