Ya nos hemos quedado sin la oficina de tráfico. Los maestros van y vienen diariamente desde Mallorca. No estoy seguro que hayamos visto todo. La relación entre la falta y carestía de la vivienda y la dificultad para encontrar trabajadores es otra derivada más de la situación actual. Aquí hay factores demográficos que también tienen mucha incidencia. El razonamiento nos lleva hasta los pisos turísticos, punto hiriente donde los haya. Se ha permitido con alegre frivolidad su proliferación. Dan mala vida a los vecinos de la comunidad, quitan vivienda residencial del mercado, la encarecen, masifican los destinos turísticos y son ilegales. No es fácil aglutinar tantos inconvenientes. Y todo, por no hacer cumplir la ley.
Nuestro Consell parece estar consiguiendo éxitos en la lucha contra los pisos. Desde aquí nuestro ánimo, porque tienen por delante una labor minuciosa y extensa a la vez. Es importante que consigan erradicar los pisos turísticos de Eivissa y Formentera. El tráfico, los coches, el aparcamiento, el transporte público, los taxis, es la otra gran fuente de incomodidad. Hoy día la palabra que lo resume todo es movilidad. A grandes males, grandes remedios, y este debe ser un asunto prioritario para las autoridades, que seguramente requerirá de inversiones y exigencia de cumplimiento de las ordenanzas.
Sin embargo, a pesar de todo, confiamos en tener una buena temporada turística. La demanda para Eivissa sigue en niveles muy fuertes y aunque nunca a todo el mundo le va bien a la vez, y todo el tiempo, en el conjunto, esperamos buenos números promedio al final de la temporada. Nuestro atractivo viene por muchas razones. Todas suman, y todas son importantes. Bienvenidos todos al verano. Lo importante, siempre lo decimos, es que los clientes regresen satisfechos de su viaje, y quieran volver pronto. Life goes on.