El matrimonio, formado por Jaume Gelabert y Mari Carmen Díaz, está al frente del negocio desde hace 20 años.

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Con más de 900 referencias en su haber y veinte años de recorrido, Gelmarfred ha sabido convertirse en una de las empresas de referencia en Menorca en la distribución de productos alimentarios bajo cero para el sector de la hostelería y la restauración. Una empresa comprometida con la calidad y el servicio liderada por Jaume Gelabert y Mari Carmen Díaz, que ha sabido ganarse la confianza de sus más de trescientos clientes, ya no solo por su buen hacer sino por su empeño en introducir nuevos productos con los que poder completar un surtido completo en carnes, pescados, verduras o precocinados. Hace unos días celebraban la sexta edición de su feria anual de proveedores, un evento que se ha convertido en el mejor escaparate para dar a conocer cada año las últimas novedades. Con una flota de siete camiones y cuatro vehículos comerciales, ofrece un servicio diario de reparto a toda Menorca desde su sede central en Alaior. Cuenta, además, con tres tiendas abiertas al público y un equipo de veintiséis trabajadores.

ORÍGENES. El origen de Gelmarfred está íntimamente ligado a la firma Congelados Rotger, un pequeño negocio familiar de distribución de productos congelados fundada en 1987 que Jaume Gelabert y su esposa Mari Carmen Díaz, adquirieron en 2004 tras la jubilación de su fundador, Joan Rotger. Con Rotger mantenían una relación comercial estrecha, ya que Gelabert era entonces delegado comercial de Cárnicas Mallorquinas, una empresa en la que entró a trabajar como auxiliar administrativo en 1988, llevando a cabo una meteórica carrera profesional hasta colocarse como máximo responsable en la Isla.

«Joan Rotger era un amigo y muy buen cliente. Cuando me propuso en 2003 que asumiese las riendas de su negocio, pensé que después de doce años como profesional en la calle, quizás había llegado el momento de arriesgarse y hacer algo por mi cuenta aunque tuviera que endeudarme para poder empezar», explica Jaume Gelabert. «Pensamos con mi mujer que era la decisión acertada y el 1 de abril de 2004 iniciamos la gestión. En aquel momento la empresa tenía unos 20 clientes muy fieles, dos tiendas abiertas en Alaior y Ferreries y cuatro trabajadores en nómina», detalla.

PRIMERA ETAPA. El primer paso fue la profesionalización del negocio, pensando en el servicio y la operativa del día a día como en la transformación a nivel de logístico, ya que Congelats Rotger tenía entonces tres cámaras de congelación y una sala para manipulación de pescado, además de la tienda abierta al público. En este sentido, además del reparto diario a toda la Isla, uno de los servicios que entonces ofrecían y han seguido manteniendo para los clientes era precisamente las bolsas de pescado cortado por piezas y envasado.

Gelmafred
Imagen del reparto que realizan por toda la Isla a diario.

De momento, decidieron seguir operando bajo la marca Congelats Rotger pero aprovecharon para hacer un trabajo de imagen de marca para hacerla más atractiva. «A las cuatro de la madrugada ya estábamos trabajando para dejar preparados los pedidos a punto de distribuir a primera hora de la mañana», explica Jaume Gelabert. En paralelo, en poco menos de dos meses, la cartera de clientes se multiplicó por cuatro, ya que las personas que Gelabert había ido conociendo a lo largo de todos estos años, quisieron seguirle en esta nueva etapa.

«Fue emocionante poder comprobar este vínculo estrecho que sin ser consciente del todo, se había generado con hoteles, restaurantes en mi etapa anterior», confiesa el gerente de Gelmarfred. El hecho de hacer crecer su cuota de mercado e introducir también nuevas referencias a su portfolio en carne, verduras y precocinados, les acabó generando la necesidad de mayor espacio y por ello en 2007, decidieron alquilar una primera cámara de congelación de gran tamaño en la sede de Mascaró Morera en Alaior, su operador logístico de confianza. Una colaboración que con el paso de los años, se ha ido ampliando y convirtiéndose en pieza imprescindible en todo el proyecto. «Este cambio nos permitió transformar una de nuestras cámaras de congelación en una de frío positivo para almacenar productos refrigerados que también nos interesaba ofrecer a nuestros clientes», detalla Gelabert.
Mientras tanto, también se iban incorporando nuevas personas al equipo y si Jaume llevaba la parte comercial y de relación con proveedores, Mari Carmen se encargaba de la administración.

Gelmafred
La empresa Gelmarfred dispone de una flota de siete camiones refrigerados y cuatro vehículos comerciales para reparto a toda la Isla.

NUEVA ETAPA. En 2017, Gelmarfred dio un paso decisivo en su consolidación como referente en Menorca en la distribución de productos congelados al incorporase a Anedilco, una gran central de compras formada por más de 60 empresas distribuidoras que lo convierten en uno de los grupos más importantes del sector en nuestro país. «La potencia de Anedilco al poder acceder a nuevas marcas, nos fortalecía en la Isla, ya que con ello pudimos innovar en productos con la introducción de referencias en alimentación seca y refrigerada como por ejemplo la quinta gama para el sector de la restauración, es decir, productos acabados que el cliente solo tiene que emplatar así como también en salsas o incluso ensaladas», detalla Jaume Gelabert. Un hecho que les empujó también a crear la primera edición de la Feria de Proveedores para poder dar a conocer mediante un showcooking todo su nuevo portafolio con más de 800 referencias. El evento se llevó a cabo en el hotel Cala Galdana y se ha consolidado como una cita esperada en el calendario del mes de abril antes de empezar la temporada. «Fue un reto porque no habíamos montado nunca una feria pero aquel evento fue un antes y un después para la empresa en cuanto a visibilidad y notoriedad de nuestras marcas. Hace poco hemos celebrado la sexta edición con más de 200 asistentes», añade.

Un segundo paso decisivo en la relación con sus clientes llegó en 2019, con el cambio de nombre en la empresa, abandonando la nomenclatura anterior de Congelats Rotger para pasar a ser conocidos definitivamente como Gelmarfred. «Nos dimos cuenta que no nos podíamos encasillar únicamente como una empresa de distribución de productos congelados sino también de alimentación en general y por ello afrontamos un cambio de nombre y de imagen de marca que hasta el momento solo estaba presente a nivel fiscal», comenta Gelabert. Esta apertura y este dinamismo en la empresa les ha permitido fidelizar todavía más su relación con los clientes al ser un proveedor con capacidad de solucionar muchas necesidades a la vez. «En la última edición de la feria, por ejemplo, hemos presentado la gama de caldos Aneto para el sector horeca y también unos zumos de frutas naturales que han sido muy bien recibidos por la clientela», concluye. La ilusión por seguir haciendo prosperar la empresa no cesa y pese a las dificultades, Jaume Gelabert no pierde la sonrisa ni las ganas.