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A principios de octubre se anunció, a falta de otras candidaturas, que la organización del Mundial de Fútbol 2023 sería para la formada por España, Portugal y Marruecos. Aunque se trate de un Mundial repartido (además de las sedes se jugarán partidos en Uruguay, Argentina y Paraguay) al haberse ampliado el número de selecciones, se celebrarán en España un número de partidos similar a todo el Mundial del año pasado. Por lo tanto el impacto, aún repartido, será muy importante.

Las ciudades que, con toda seguridad, albergarán partidos del Mundial son Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla, mientras que San Sebastián, Vigo, Coruña, Valencia, Málaga, Gijón, Murcia y Las Palmas aspiran a ser sede. Balears se ha quedado fuera: la logística en los meses de junio y julio, en plena temporada alta estival, sería complicada y el estadio del Mallorca (único que podría tener ciertas posibilidades) no reúne el requisito de aforo mínimo, entre otras cosas. Precisamente el impacto económico para el país y para sus empresas tiene mucho que ver con lo comentado para nuestra comunidad: la inversión en infraestructuras será muy relevante (estadios, carreteras, aeropuertos…).

En ese sentido el Ibex 35 tiene varios componentes que se pueden ver afectados de forma muy positiva por la celebración del Campeonato del Mundo. De esta manera, ACS, empresa de la que su presidente está muy vinculado al mundo del fútbol (Florentino Pérez es presidente del Real Madrid y de ACS) se dedica a la construcción de edificios, autopistas y vías férreas con lo que sus ventas por este motivo se podrían incrementar. Teniendo en cuenta que España representa menos del 10% de sus ingresos, el margen de crecimiento es alto. Siguiendo con las infraestructuras, Ferrovial es otra empresa del Ibex que podría incrementar sus ventas en España (tampoco representa una parte muy relevante del conjunto de ellas). Además, las empresas turísticas serán fundamentales para España durante la celebración del Mundial, además en meses que ya tienen mucha ocupación. Por supuesto, en este sentido, Aena será otra de las empresas a vigilar.

Aunque la semana que viene en esta sección se profundizará en el sector turístico, sin duda no puede pasar desapercibido en este análisis: además de Aena, Melià debería ver reforzados sus ingresos gracias al evento. Fuera del Ibex, en el mercado continuo, cotiza NHH y en BME Growth algunas SOCIMIs hoteleras. En cuanto a viajes, Amadeus e IAG, con mucho componente internacional, también podrían salir beneficiadas: aficionados de países, periodistas, staff y todo lo que arrastran las selecciones no solo llegarán a España desde sus países, sino que se tendrán que mover entre las distintas sedes, algunas muy alejadas entre sí.

Afortunadamente este efecto puede no ser puntual de un mes: la imagen y promoción para algunas ciudades, además de la mejora en infraestructuras puede ser positivo a largo plazo como sucedió en Barcelona tras los Juegos Olímpicos. Por último, el patrocinio deportivo tendrá su relevancia económica. A día de hoy solo Iberdrola, dentro del Ibex, patrocina a la Real Federación Española de Fútbol, pero seguramente habrá alguna más interesada, no solo en la RFEF sino también en ser sponsor del Mundial.