Ramón Van der Hoof, minutos antes de la charla con El Económico.

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La Asociación de Industrias y Servicios Náuticos de Eivissa y Formentera, que pertenece a la patronal PIMEEF, confía en que se puedan igualar los números del año pasado, que fueron «muy buenos» para todo el sector, según explica Ramón van der Hoff, su presidente.

¿Cómo ha empezado la temporada para el sector náutico en Eivissa?
A nivel de reservas empezó bien, pero en el mes de mayo la meteorología no ayudó mucho; entonces, nos hemos visto obligados a cancelar muchas reservas que al final que esperemos que se recupere en los meses de postemporada. Julio y agosto das por hecho que trabajas bien, pero también hay muchos gastos. Por eso, nosotros solemos decir que los meses de julio y agosto son simplemente para equilibrarnos con los gastos y la pre y postemporada son los meses que al final te marcan si ha sido una buena o mala temporada.

¿Están registrando el mismo volumen de reservas que el año pasado o van por encima?
Estamos más o menos que en el mismo nivel; quizá diría que estamos un poco más bajo que el año pasado. Confiamos en que se llenarán, pero también vemos que la situación económica hace que la gente quizá se espere un poco más. No estamos por encima del año pasado si hablamos de alquiler de embarcaciones. A nivel de ventas se está empezando a bajar la curva; hemos tenido dos años con un nivel de compraventa muy, muy bueno, pero el problema ha sido de suministro. Ahora mismo las cadenas de suministro se han recuperado pero vemos que los intereses han subido mucho y el consumidor está bajando mucho. No podemos hablar de crisis de nivel de compraventa, pero vemos que la tendencia a la baja está viéndose ya.

En general, ¿qué expectativas maneja para el cómputo del año?
Si podemos igualar el año 2022 será una muy buena noticia porque fue un año muy bueno; será difícil de superar porque no contamos con más instalaciones. Al final, los puertos deportivos no pueden crecer en superficie, pero nosotros, por ejemplo, siempre hemos dicho que por qué no apostamos por marinas secas, porque en la misma superficie puedes tener más barcos que en el mar y solicitamos que no se amplíe el espacio, pero sí que la innovación permite aumentar espacio en tierra.

¿Cuántas marinas secas hacen falta en Eivissa?
Harían falta dos o tres marinas secas en Eivissa y/o más rampas que cuenten con una buena zona de aparcamiento porque una rampa sin un buen parking cerca no tiene sentido ninguno. Hay muchas calas en Eivissa y mucha agua, lo que pasa es que a veces sentimos todos como residentes de la isla que se saturan nuestras aguas y esto viene provocado por todos los barcos que vienen de fuera y no se comprometen con ningún tipo de amarre y, al final, usan las calas como fondeaderos y esto hace que percibimos a veces esta saturación. No es un problema local sino que es un problema de intrusismo que sufrimos todos por las empresas de fuera de la isla.

¿Y cuántas rampas harían falta?
Deberíamos doblar la cifra actual, más que nada porque nosotros siempre explicamos que para nosotros es imprescindible que los residentes, los que vivimos aquí todo el año, tengamos una vía para salir al mar y con las marinas secas y las rampas el ibicenco y residente de Eivissa no pierde la conexión con el mar; esto es muy importante porque de la otra manera, la náutica cada vez será más elitista y vamos a crear una brecha más grande en la sociedad. Las políticas de prohibición y restricción al final conseguirán este efecto y nosotros consideramos que ese no es el camino. El ibicenco siempre ha estado muy vinculado al mar y cada vez más parece que nos estamos poniendo de espaldas al mar tanto a nivel social como a nivel de directrices políticas, pero luego sacan adelante una ley nacional que los barcos de lista séptima se podrán alquilar a partir de 2024 por un máximo de 90 días.

¿Temen a esta nueva ley nacional?
Está en desarrollo y nos hemos reunido con altos cargos que nos trasladan que al final será la comunidad autónoma quien decida si se aplica o no. Confiamos en que en Balears no se aplique, pero hoy por hoy no tenemos esta certeza.

¿Qué le piden al nuevo Govern?
Reivindicamos la creación de una Conselleria del Mar. Creemos que es vital que Balears tenga una Conselleria del Mar porque tiene muchísima actividad y es de extrañar que no haya surgido nunca una conselleria específica que regule toda la actividad que hay en el mar; lo vemos como una muy buena propuesta.

¿Cuántas empresas de fuera vienen a trabajar?
Es difícil saberlo. Es una competencia desleal porque nosotros asumimos una serie de gastos que ellos no tienen y ellos juegan con ventaja por este motivo a nivel de precio. No obstante, nosotros jugamos con ventaja a nivel de servicio y calidad porque desde un puerto se mantiene mejor un barco que desde una cala, esto está claro, pero esta gente o barco pueden pedir una declaración responsable, que es que el Govern te da una hoja y pagas una pequeña tasa y esto hace que sean legítimos, y al final en Balears me consta que hay unas 2.000 embarcaciones que están instaladas con esta declaración responsable. Al final, los barcos se mueven y es complicado saber saber en qué momento están en Eivissa y Formentera, pero yo juraría que más o menos la mitad de ellos tienen que operar en las Pitiüses.

¿Qué se puede hacer para intentar disminuir o frenar la competencia desleal?
Lo mejor sería que para poder hacer una actividad comercial en aguas baleares se ponga como requisito que ese barco tiene que tener un puerto base porque de esta manera la cantidad de barcos que operan se controlan. En el mundo del automovilismo lo controlan de esa manera, con licencias, y nosotros aquí por ser mar, pues aparentemente una persona puede traer su barco desde cualquier punto del país y decidir trabajar aquí dos o tres meses de verano y luego desaparecer. Nosotros aquí en Eivissa pagamos todo muy caro: nuestro personal cobra más, las oficinas que alquilamos son más caras, los amarres obviamente son más caros y hacemos todo el ciclo de mantenimiento aquí. La actividad en el mundo de la náutica baja en la temporada de invierno, pero nosotros seguimos y al final es un empleo anual que ofrecemos en un sitio que depende del turismo como es Balears en general, y Eivissa y Formentera en particular, como destinos de temporada.

En su última asamblea, la asociación que representa manifestó su preocupación por la pérdida de competitividad.
Si nosotros, los que operamos aquí, tenemos más tasas, pagamos más por todo y los de Península no tienen que pagar lo mismo, pierdes competitividad, pero esto hay que llevarlo a términos internacionales. Tenemos un paisaje entorno fantástico que atrae a mucha gente, pero no somos el único destino con calas de agua turquesa. Aquí exigimos de todo pero hay mercados emergentes como Croacia y Grecia en los que también hay barcos, profesionales y un entorno muy bonito y con temperaturas muy buenas. No deberíamos cometer el error de pensar que somos los únicos que tenemos un entorno envidiable. Estamos en desventaja porque sus precios son más baratos que nosotros y te puedes cambiar e puerto de un día para otro y hay más puertos deportivos, por ejemplo.

¿Cuáles son los principales retos que tienen por delante como asociación?
Lo principal es garantizar el futuro del sector; nos hemos encontrado con una política muy en contra hasta el momento. Ni siquiera estamos solicitando que se hagan más puertos deportivos ni nada por el estilo, ni que haya más superficie para explotar. Simplemente, que consulten con nosotros los proyectos e iniciativas. Otro problema que tenemos es que no hay sitio para sacar los barcos, faltan varaderos, si quieres sacar un barco a varadero igual te dan un mes de espera o más. Necesitamos que los recursos que tengamos se gestionen mejor.