Mañas critica los grafitis porque dan una mala imagen

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José Mañas es CEO de la empresa Wireless DNA, dedicada a soluciones de I+D+i basadas en la monitorización y la optimización de redes. Su visión del futuro del turismo destaca por la importancia que le ofrece al urbanismo, aunque se muestra convencido de que a corto plazo cambiarán pocas cosas del modelo turístico balear previo a la pandemia.

“Cambiar algo del turismo sin cambiar otras cosas que subyacen es muy complicado. Está claro que hemos de avanzar en un modelo basado en el valor y no tanto en el volumen. Deberíamos ser mucho más valientes a la hora de replantearnos la arquitectura de nuestros pueblos y ciudades. Vamos a la catedral, a Deià, a Valldemossa... Sin embargo, las construcciones que hemos hecho en el siglo XX y XXI son cubos de hormigón y la culpa no es solo de los hoteleros, ellos se cuidan de que sean infraestructuras estéticamente atractiva. Pero sí que las urbes y suburbes no tienen carisma y poder de atención. Creo que habría que ser más valientes a la hora de cambiar el paisaje y la arquitectura de nuestras ciudades”, deja claro.

Mañas está seguro de que Balears alcanzará de nuevo las cifras de llegada de turistas previsa a la pandemia. “El ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. Estoy convencido de que seremos otra vez 16 millones de turistas o incluso más”, señala.

Respecto al cambio de uso de hoteles por viviendas, señala que no aplicaría una regla general. En cualquier caso, considera mejor la opción de esponjar. “Se tiene que mirar caso a caso, pero soy más partidario de eliminarlas y regenerar el espacio si son instalaciones obsoletas, no utilizarlo para un gueto”, puntualiza.

El CEO de Wireless DNA hace una apuesta clara por la sostenibilidad. “Hay que avanzar hacia la sostenibilidad desde todas las aristas posibles. A nivel empresarial nos lo tenemos que creer y debemos aplicar la circularidad. A nivel individual también hemos de avanzar, siendo más conscientes del consumo de agua, materias primas y alimentación, bienes de consumo... Todos tenemos nuestra pequeña cuota de responsabilidad para hacer la economía más sostenible a largo plazo”, indica.

Asimismo, considera que las infraestructuras turísticas son adecuadas. “Tenemos una industria turística muy potente a nivel mundial, pero no es algo aislado de la sociedad. No tiene sentido tener un hotel de cinco estrellas al lado de un gueto, de un barrio lleno de grafitis, tener una playa llena de colillas o no tener un carril bici”, señala.

Finalmente, es partidario del alquiler vacacional, pero bien regulado: “No se pueden poner diques al mar. Las nuevas tecnologías han habilidado nuevos modelos de negocio que han sido un éxito a nivel internacional. Yo no los prohibiría, pero sí que trataría de regularlos para hacerlos equiparables a la industria turística. Exigir las mismas condiciones o algo equitativo. Una analogía que podríamos utilizar es Über. No se trata de prohibirlo, sino de regularlo para que compita en igualdad de condiciones”.