Cinco locales están vacíos, solo en Jaume III. Se cuentan por decenas en el centro de Palma. Muchos negocios han cerrado sus puertas al no poder hacer frente a los gastos sin ningún ingreso. La crisis económica derivada de la pandemia está arrasando el comercio en Palma, donde proliferan los carteles de ‘se alquila' o ‘se traspasa'.
Reina el pesimismo entre los comerciantes. Tienen dos grandes problemas: la dificultad para abonar los alquileres y la drástica reducción de las ventas. Algunos aguantan como pueden esperando con los dedos cruzados que no haya rebrotes en otoño. Otros no han podido, y han tenido que cerrar. «Muchos comerciantes intentan traspasar el negocio, pero para quien lo coge solo es interesante si se hereda un contrato de arrendamiento anterior con precio por debajo del mercado actual y que queden varios años de contrato. Lo que hay dentro del local no es valioso», indica José Antonio Lucío, de la inmobiliaria Mallorca House. Explica que la afectación de los negocios es «inversamente proporcional al tamaño» y que muchos de los locales que se quedan vacíos no se volverán a llenar hasta dentro de dos o tres años. Explica que los propietarios acceden a renegociaciones del precio de la renta de entre el 30 y el 50% hasta finales de año y, en algunos casos, durante varios años. Los locales en venta, añade, no han aumentado con motivo de la pandemia, pero el precio por metro cuadrado ha bajado alrededor del 10%.
La consultora inmobiliaria Grupo Ferran acapara gran parte de los locales disponibles del centro. Su directora, Chesca Castañer, corrobora que los precios «habían tocado techo» antes de la pandemia. Explica que la mayoría de propietarios accede a rebajas del alquiler de locales de hasta el 50% hasta la Semana Santa de 2020, aunque depende de la negociación en cada caso. También se unen los cierres de oficinas bancarias pero, asegura, ya se daban antes de la pandemia y ahora se han acelerado.
En el centro de Palma la mayoría de comercios están orientados al turismo, por lo que sus ventas han caído en picado. Los pocos visitantes que hay compran menos. En mayo había en Baleares 50.469 afiliados a la Seguridad Social en el comercio minorista, 12.275 autónomos y 38.194 en el régimen general.
Una empresaria explica que ha trasladado una de sus tiendas de ropa a otro local de la misma calle porque el alquiler era inasumible y el propietario no quería renegociar el contrato. En los otros locales sí que ha conseguido una rebaja. Otros comerciantes han pedido créditos ICO para hacer frente a los pagos.
Oportunidades
Aunque proliferan los comercios cerrados, también se observa cierto movimiento de obras de reforma y reaperturas de locales. En la calle Oms abrirá un restaurante de comida española. En la plaça del Mercat hay una tienda de ropa que ha abierto después del confinamiento. En la Rambla, uno de los locales vacíos ahora está en obras después de firmar el contrato la semana pasada. En estos casos, han podido acceder a precios de alquiler a la baja.
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