Según ha informado Bloomberg, la creciente tensión con Pekín ha llevado al Gobierno del primer ministro, Boris Johnson, a buscar alternativas a las antenas, equipos de conmutación y otros dispositivos de Huawei, siguiendo así la consigna de Washington, que ha instado a sus aliados a prohibir el acceso de la compañía.
Sin embargo, Bloomberg indicó que operadores británicos ya están construyendo redes 5G con Huawei. Para cualquier otro proveedor, incluso los grandes rivales europeos de Huawei como Nokia Oyj y Ericsson AB, sería difícil compensar la exclusión.
Añadió que la ausencia de Huawei en el 5G provocaría un impacto en la cadena de suministro de telecomunicaciones del Reino Unido. El proveedor chino ya representa aproximadamente el 35% de las antenas que transmiten señales utilizando la tecnología 4G actual. Con BT, la compañía telefónica dominante del Reino Unido, es más de la mitad.
Desde que lanzaron los servicios 5G en Gran Bretaña, Huawei ha aumentado aún más su presencia. La mayoría de las antenas 5G utilizadas por BT y Three son de Huawei y la compañía china también representa una gran parte de la nueva red de Vodafone.
Las redes 5G están lejos de estar completas, y la industria está lista para instalar más equipos de Nokia y Ericsson más adelante. Pero la ventaja inicial de Huawei hace que sea más difícil y costoso dar marcha atrás ahora, expone Bloomberg.
Recuerda que BT dijo en enero que el límite del 35% impuesto para 5G y equipos de banda ancha de fibra costará 500 millones de libras (alrededor de 560 millones de euros). Ese es parcialmente el precio de desinstalar y reemplazar gran parte del equipo subyacente Huawei 4G heredado cuando compró EE.
La prohibición total de la tecnología 5G de Huawei multiplicaría esos costos en todo el sector e inflaría el gasto en adquisiciones, reduciendo la competencia y dejando efectivamente la porción del mercado de Huawei solo para Ericsson y Nokia, según un estudio encargado por el grupo Mobile UK, concluye Bloomberg.