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Hace apenas unas semanas parecía que se acercaba otro crash bursátil por el brexit. Desde aquí ya se advirtió que la toma de decisiones basadas en pánico hace que los pequeños inversores pierdan grandes oportunidades de negocio. De momento las bolsas ya han recuperado más de un 10% respecto al día del referéndum, pero es probable que quede todavía mucho recorrido.

Por este motivo, a continuación se comentarán los soportes y resistencias a tener en cuenta por inversores a medio-largo plazo:
El IBEX-35 español parece que está consolidando el nivel de 8.200 puntos; en caso de perderlo, el mínimo anual se debería respetar (que también funcionó post-referéndum). Por arriba, los 9.250 y posteriormente los 9.800-10.000 serán un nuevo escollo. Este nivel se conseguirá salvar si se anulan algunos factores negativos sobre nuestro mercado como la situación del sistema financiero (la polémica no retroactividad de las cláusulas suelo ayuda pero no será suficiente), los intereses de España en Brasil y Reino Unido, y la incertidumbre política.

El EuroStoxx, lastrado por tener un 10% de sus componentes cotizando en España, está intentando romper y consolidar los 3.000/3.030 puntos que lo podrían llevar a 3.500 primero y 3.800 después. Por debajo hay dos niveles a respetar: los 2.850/2.900 y los 2.650.

El DAX alemán, en caso de consolidar por encima de 10.000/10.050, tendría vía libre hasta 10.900 y posteriormente los 12.400. En caso de no conseguirlo los 9.500-9.450 han sido un gran soporte post-brexit, pero más potentes serían los 8.700.

En Estados Unidos, con el S&P rompiendo máximos históricos, tenemos un nuevo escenario. En caso de que no los consolide, los 2.000 puntos serían la referencia a respetar, con la ventaja adicional de la revalorización del dólar.
Por último, el Nikkei japonés daría una buena noticia si consiguiera ponerse por encima de los 16.400 puntos. En caso contrario el gran soporte lo tendría en los 15.000. Mientras tanto, el inversor se puede beneficiar también de la subida del yen.