Fotograma de la película ‘El misterio de Salem’s Lot’. | RD

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Ya hace algunos años que los tentáculos de Halloween abarcan mucho más allá de la noche del 31 de octubre, para extenderse durante toda una semana en la que nos bombardean por tierra, mar y aire con spots publicitarios. Y todo ello dinamizado con la ‘terrorífica’ programación que emiten las diferentes plataformas de streaming. Y es que estas fechas son las más propicias para abalanzarse sobre el sofá con un buen cuenco de palomitas, para asistir a una maratón de películas de terror.

No existe mejor época para dejarse seducir por la sugestión, los crepitares nocturnos y los demonios de este y otros mundos que en Halloween, una fiesta cuyo origen atraviesa los siglos para remontarse a los tiempos paganos, y que hoy constituye toda una exaltación del capitalismo y, claro, del miedo. Porque, reconozcámoslo, nos chifla pasar miedo. Y como de Halloween y cine va la cosa, hemos preguntado a Antonio Pérez, copropietario del Transilvania Café Museo -el local más terrorífico y molón de Palma-; al crítico de cine Javier Matesanz, y a Jaume Ripoll, director del Atlàntida Film Fest, que nos recomienden una cinta de terror para amenizar estos días.

Antonio Transilvania’, como le conocen los acólitos de su delicioso templo del horror, afirma convencido: «El misterio de Salem’s Lot (Tobe Hooper, 1979) es la película que más me cautivó. La verdad es que la filmografía del terror tenía un encanto especial en aquella época». Confiesa que «con siete años me leí el libro de Stephen King y tenía muchas ganas de visualizarlo en pantalla».
Éxito editorial sin precedentes, Salem’s Lot revolucionó la literatura popular en el ecuador de los ‘70.

La historia partía de una premisa estimulante, una vuelta de tuerca en la que su autor volteaba el mito de Drácula, evacuándolo del Londres del siglo XIX a Salem’s Lot, un pueblecito de Maine. La trama sigue los pasos de Ben Mears -un convincente David Soul, muy popular en la época gracias a su participación en la serie Starsky & Hutch-, que interpreta a un exitoso escritor que regresa al lugar donde pasó su infancia. Allí comenzará a experimentar fenómenos extraños, mientras la desaparición de niños comienza a sacudir la apacible vida en el pequeño pueblo. El autor de Carrie cabalga entre la novela de terror victoriana y la iconografía del estilo de vida americano para firmar este escalofriante relato que, como afirma Antonio, «supo captar con sorprendente fidelidad Tobe Hooper» -un especialista en el género que ya nos acongojó con La matanza de Texas-.El cineasta llevó a la pantalla la novela en 1979 en una miniserie de tres horas, aunque también realizó un montaje cinematográfico para salas con un metraje reducido.

Javier Matesanz, uno de los analistas cinematográficos de esta casa, confiesa que no le gusta el cine de terror ni la fiesta de Halloween, porque «representa el imperialismo cultural americano». Sin embargo, no puede evitar sentirse fascinado por un personaje como Jack Skeleton «es la combinación perfecta del espíritu festivo y una crítica al consumismo». Skeleton es el protagonista de Pesadilla antes de Navidad, un clásico moderno dirigido por Henry Selick en 1993, creado a partir de los diseños de Tim Burton. Se trata de un musical atípico, melancólico y fascinante que sigue cautivando a los espectadores gracias a un universo de fantasía que analiza el mundo con una perspectiva diferente.

Para el director del Atlàntida Film Fest, Jaume Ripoll, Amenaza en la sombra (Nicolas Roeg, 1973) es su película de Halloween favorita «por como están construidos los personajes, por la ambientación en Venecia, la fotografía y su trama imprevisible que no sigue los cánones típicos del terror». Se trata de un thriller basado en una historia corta de Daphne du Maurier, cuya trama sitúa la lupa sobre John (Donald Sutherland) y Laura Baxter (Julie Christie), una pareja que viaja a la ciudad de los canales tras la trágica muerte de su hija. En su estancia experimentan presagios perturbadores que los llevan a confrontar su dolor y su pasado. La actuación de Sutherland, junto con la innovadora dirección de Roeg, convierten esta cinta en un clásico del thriller psicológico que sigue reclutando público.