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Un edulcorante como el xilitol, que forma parte de muchos alimentos y productos con bajo contenido de azúcar, como los chicles, podría estar relacionado con un riesgo de hasta dos veces mayor de sufrir un ataque cardíaco.

Así lo asegura un nuevo estudio llevado a cabo por el Centro de Diagnóstico y Prevención Cardiovascular del Instituto de Investigación Lerner, en Cleveland, Estados Unidos. Según su director, la investigación dio a los voluntarios una bebida con xilitol para ver hasta donde llegaban sus niveles y estos se multiplicaron por 1000.

"Cuando comes azúcar, tu nivel de glucosa puede aumentar un 10 o un 20 por ciento, pero no se multiplica por 1.000. La humanidad no ha experimentado niveles tan altos de xilitol, excepto en las últimas dos décadas, cuando comenzamos a ingerir alimentos procesados completamente artificiales y sustituidos por azúcar", ha explicado.

Así, el estudio ha determinado que tras la ingesta de xilitol "se observaron diferencias en el comportamiento de las plaquetas incluso después de que una persona consumiera una cantidad modesta de xilitol en una bebida típica de una porción consumida en la vida real".

Por ello, los expertos consideran que su alto consumo podría provocar la formación de coágulos sanguíneos y, por tanto, distintos eventos clínicos como un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

"Cuando alguien tiene un ataque cardiaco, le damos aspirina o medicamentos como clopidogrel o Plavix para contrarrestar la actividad plaquetaria. Estos alcoholes de azúcar parecen estar mejorando la actividad plaquetaria, lo cual es preocupante", indica otro de los autores del estudio.

¿Qué es el xilitol?

Este edulcorante, igual que el azúcar pero con menos cantidad de calorías, se utiliza a menudo en los chicles sin azúcar, los caramelos de menta, las pastas de dientes o los jarabes para la tos. Además, también se añade a productos horneados, salsas o preparados para pasteles.

Asimismo, el xilitol es un carbohidrato que se encuentra de manera natural en alimentos como la coliflor, la berenjena, la lechuga, los champiñones, espinacas, las ciruelas, las frambuesas y las fresas. Sin embargo, los expertos aseguran que la cantidad que se encuentra en estas fuetes naturales es ínfima.