El trastorno se da con mayor frecuencia entre niños de 2 a 5 años de edad gravemente desnutridos y se sabe que el riesgo se dispara si además tienen un sistema inmunitario debilitado por enfermedades como el sarampión, la tuberculosis, el cáncer o la escarlatina.
Una vez que aparece el deterioro de las mucosas la enfermedad avanza de forma muy rápida. Los primeros síntomas son la aparición de úlceras en las mucosas de las mejillas que se inflaman y provocan un aliento fétido. La infección, que generalmente se origina en el interior de la boca se extiende a la piel, los labios y las mejillas donde el tejido blanco muere e incluso el hueso puede verse seriamente dañado.
La destrucción del hueso provoca deformidades estéticas y una pérdida funcional por la caída de los dientes. Si no se trata, en algunos casos, el noma puede resultar mortal, no obstante los pacientes mejoran con tratamiento antibiótico y una nutrición adecuada. Los casos graves suelen requerir de cirugía plástica para extirpar los tejidos dañados y reconstruir los huesos lo que mejora la apariencia y la funcionalidad de boca y mandíbula.
En Baleares desde el año 1886 la Fundación Campaner, fundada por el matrimonio Pep Campaner y Marilena Navarro, trabaja para ayudar a los niños con casos graves de noma en Níger. Traen a Mallorca a los afectados que reciben aquí todo el tratamiento médico que necesitan, incluída la cirugía. Los niños y niñas se quedan en acogida hasta su recuperación completa.
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