En la era digital, conectar con otros es más fácil que nunca, pero muchos tropiezan a la hora de establecer relaciones interpersonales.
En consecuencia, aparece la soledad, uno de los síntomas que unos emprendedores advirtieron entre sus clientes y que les llevó a promover distintas iniciativas con las que recuperar eso de ligar como antaño.
La idea común es ser una suerte de "celestinas" de las 14.501 personas solteras, 2.801 divorciadas y 2.866 viudas que el Instituto Nacional de Estadística (INE) computó en España a finales de 2022. Y de más, si esa cifra hubiese aumentado.
Aunque las propuestas nacen, todas ellas, en territorio gallego, no hay en absoluto fronteras, ni territoriales ni de edades, para formar parte de estas singulares iniciativas, tal y como comparten sus impulsores.
Taberna 'A mina' en Vigo, el "Tinder analógico"
Si uno se adentra en el Casco Vello de Vigo no tiene garantizado acabar emparejado, pero sí bastantes probabilidades de recibir un posavasos con mensajes tan atrevidos como "eres cacao y yo soy tu bizcochito".
Los miércoles no son un día cualquiera en el local de Cristina García y Alejandra Gómez, pues son, como ellas alardean, "Miércoles de Pinchito" en los que "no cabe ni un alfiler".
Todo surgió de una idea que dos clientas de toda la vida, Sara Moreda y Guada Guerra, aportaron y que, debido a las restricciones sanitarias de la pandemia que puso en jaque al mundo, no pudo ser implementada hasta hace unos meses.
"La clave es perder el pudor a ligar como siempre", detalla García.
Para ponerlo más fácil, en A Mina uno se sienta, pide su bebida, escanea detenidamente y si ve a alguien que le guste puede pasarle un posavasos con el nivel de misterio y anonimato deseado a Gómez. Ella será quien se lo haga llegar al causante, o a la causante, de esas mariposas que revolotean en el estómago.
Discoteca 'La luna' en Pontevedra, cuna de los "romances sénior"
Desde su apertura de puertas en el año 1989, esta discoteca se proclama como "punto de encuentro de gente mayor", según relata el gerente de la sala Jorge Santos. Desde aquellos tiempos, amistades, amores y desamores han tenido cabida en este local.
Su público más asiduo es el que llega bastante antes de la posfiesta de medianoche, en concreto lo hace todos los domingos a las 17:30 en autobuses repletos de jubilados que salen desde O Porriño, Vigo, Santiago, Ribeira o Moaña. En total, unas 300 personas de media preparadas para bailar, pero también para que surjan "romances e incluso pedidas de mano", como revela Santos.
Por ello, cada día en la discoteca es "una aventura" entre lo variopinto de una clientela cuya edad disminuye conforme avanza la noche, tal y como detalla el gerente.
Muebles Gosende... la cena de los solteros
Una mueblería y una cena romántica parecen no tener mucho en común, a no ser que su dueño también sea un organizador de eventos dispuesto a ayudar a "encontrar la media naranja" de su clientela.
Ese es el caso de Julio Gosende, quien empezó por "cachondeo" la propuesta de la cena de solteros que tendrá lugar el próximo 1 de abril en Celanova (Ourense) y cuyo teléfono no deja de sonar para hacer reservas.
Invitados de Asturias, León y Segovia también acudirán a la que más que una cita será una experiencia que ofrezca la posibilidad de visitar a las 19:00 horas el monasterio de San Salvador de Celanova, recorrido seguido de vinos y aperitivos, cena, 'photocall' y baile.
En total, 212 personas, entre las que hay un público "cincuentón" predominante, matiza Gosende, con esperanza de "encontrar" el amor.
Si sale bien, el empresario no descarta repetir la experiencia en Navidad, ya que lamenta que esa sea una época festiva en la que hay "mucha gente sola".
ONyVÁ y las "citas secretas"
La organizadora de eventos Graciela Castro percibió la "necesidad impetuosa de conocer a gente" que existía y quiso paliarlo con cenas secretas en las que predominase la "responsabilidad afectiva", dice.
La sistemática, que retomará este 2023 tras el parón de la crisis del coronavirus, consiste en anunciarlas a través de redes sociales dando a conocer únicamente la provincia en la que van a tener lugar.
La gente puede apuntarse hasta que se "acabe el cupo" y después "empieza la aventura" entre pistas por adivinar el dónde y también el qué esperar del encuentro, concreta Castro.
Galerías de arte, playas o hasta gimnasios son posibles escenarios de enamoramiento para los grupos de 30 personas, normalmente en un rango de edad entre los 35 y los 50 años, que acuden al llamamiento.
Presentaciones y "dinámicas para romper el hielo", añade Castro, preceden al momento en el que, si hay suerte y todo fluye, empiezan a saltar chispas.
Castro desconoce el total de parejas que hayan podido salir de estas iniciativas, pero cuenta que en ellas suceden "cosas bonitas" como, por ejemplo, el reencuentro de dos personas que habían perdido el contacto hacía más de veinte años.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.