Según explica, todo se debe a problemas de salud localizados en su garganta, aunque, para eso, ha tenido que padecer un largo proceso. «Desde hace unos años, llevo arrastrando un malestar que me ha costado mucho localizar y comprender. Posiblemente, desde la gira de Mutaciones en el 15-16 y sobre todo en la de Expectativas, en los casi dos años y medio que duró el tour, entre el 17-19».
«El parón de las giras internacionales, el 20 y el 21, me hizo pensar que quizás mi mal se había diluido y las ganas de reencontrarme con público, técnicos y músicos encima de un escenario, era una fuerza mucho más poderosa. Lo que me ha sucedido en esta gira mexicana, corrobora todo lo contrario y confirma y adelanta, una decisión que sabía cercana», explica.
«Desde el momento que salgo de mi casa y comienzan viajes y shows, un compendio de síntomas y dolores me acompañan desde la mañana hasta el momento de subirme al show. He escuchado diferentes nombres y diagnósticos. La realidad es que mi garganta se cierra e irrita, y mis vías respiratorias dificultan el más leve ejercicio y la ejecución de mi trabajo. De manera que lo que normalmente era un placer y deleite, se ha convertido en fuente de inmenso dolor y sufrimiento. Nada de esto me ocurre jamás, si no estoy de gira», explica el artista.
Tras decir que deja los escenarios, Bunbury solo tiene palabras de agradecimiento hacia todos los que le han acompañado en su viaje. «Quiero agradecer y ser extremadamente respetuoso con todos los que me acompañaron hasta aquí, el público que me entregó su cariño y amor, en los más de mil quinientos conciertos que he ofrecido en mi vida, en España, Europa, Latinoamérica, Estados Unidos y Japón. En estos 35 años, me he subido a los mejores escenarios del mundo y algunos de los peores, he actuado delante de 25 personas y 250 mil y, en la mayoría de ellos, he tenido la fortuna de disfrutar de una época en la que no se veían ni mascaretas ni celulares. ¡Gracias sinceras!».
«Espero que lo que les pueda ofrecer a partir de ahora les siga interesando mínimamente. Así, también quiero agradecer a mi banda, los Santos Inocentes, y a todo mi equipo técnico y management. Ha sido un gran viaje. Gracias a todos», concluye.
3 comentarios
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Gustara o no, pero es un músico que aparte de marcar una época no está en esa ínfima categoría de pseudomúsicos insustanciales al servicio del mercado como simples comparsas: Bustamantes, Chenosas, Melendis David Bisbal, Malú, etc. Que aparte de mediocridad no aportan nada. Digan lo que digan, Bunbury tiene otro nivel musical.
Bunbury, la versión ochentera de Raphael, ambos una vergüenza para España con su muzak irrelevante y sus egos descomunales.
La verdad, creía que llevaba años retirado pero supongo que simplemente se había vuelto irrelevante. Me gusta la música que hizo con Héroes del silencio pero eso no podía tapar lo extremadamente repelente que es.