Cementerio de Palma. | ARCHIVO

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El turismo de cementerios, también conocido como 'necroturismo', tiene una gran tradición en Europa, aunque en España está dando sus primeros pasos y cada vez son más los camposantos que han decidido abrir sus puertas a curiosos y visitantes organizando rutas específicas que forman parte de los recorridos habituales de los viajeros.

Los cementerios son parte del patrimonio material cultural si se tiene en cuenta la cantidad de obras, esculturas y grabados que muchos de ellos poseen. También forman parte del patrimonio inmaterial y de la realidad antropológica, y proporcionan un contexto de los usos y costumbres vinculados con la muerte a lo largo de la historia.

Más allá de su función expresa, muchos turistas entienden que el cementerio es un elemento arquitectónico de importancia cultural y de ahí su interés en visitarlo como una actividad turística más. En España este movimiento turístico apenas están comenzando aunque casi una veintena de cementerios españoles están reconocidos como de interés turístico.

En Europa existe desde hace tiempo una importante conciencia de uso de este patrimonio funerario y desde la Asociación Europea de Cementerios Singulares se fomenta activamente el interés por visitar los camposantos más importantes de ciudades europeas como París, Londres, Viena, Praga o Roma.

Desde el Consejo de Europa se reconoció en 2010 a la Ruta Europea de los Cementerios con la mención de 'Itinerario Cultural del Consejo de Europa' demostrando la importancia de este tipo de turismo, que valora los cementerios como espacios urbanos ligados a la historia y cultura de la ciudad.

La ruta europea recorre un total de 67 camposantos en 54 ciudades de 20 países europeos, entre las que destacan Oporto, Florencia, Estocolmo, París, Londres, Cracovia o Atenas.

El turista que desee recorrer esta particular ruta podrá visitar las tumbas de personajes como el filósofo Jean-Paul Sartre (en el parisino cementerio de Montparnasse) o el compositor Ludwig van Beethoven (en el Zentralfriedhof de Viena). Además podrá recorrer conjuntos escultóricos y arquitectónicos de estilos tan variados como el art noveau, el neogótico, el neoclásico o el romántico.

España tiene 22 cementerios singulares

España cuenta con 22 cementerios singulares incluidos en esa ruta europea, como el cementerio municipal de La Carriona, en Avilés, el cementerio de Ciriego en Cantabria o el famoso cementerio de Polloe en San Sebastián.

Y es que en nuestro país este tipo de necroturismo está despuntando y en los últimos años son muchos los cementerios que se han sumado a esta nueva moda de mostrar ángeles, serafines o vírgenes de mármol.

En Asturias se encuentra el cementerio municipal de La Carriona, en Avilés. Su origen se remonta a finales del siglo XIX y está repleto de esculturas de relevancia artística y cargadas de alegorías.

En Santander se encuentra el cementerio de Ciriego, en cuya construcción participaron muchos de los mejores arquitectos y trabajadores del mármol de la región.

En el País Vasco son dos los camposantos singulares. Por un lado, el cementerio de Bilbao, que alberga uno de los principales grupos de arte funerario de España y es un reflejo de la época dorada del arte del País Vasco durante finales del sigo XIX y principios del XX.

En San Sebastián está el cementerio de Polloe. En él, se encuentran grandes panteones y, además, descansa una de las defensoras de los derechos de la mujer más importantes en España, Clara Campoamor.

En Madrid destaca el Cementerio de la Almudena, este museo sagrado es el cementerio más grande de la capital. En él se encuentran enterrados más de 140 artistas nacionales como Pío Baroja, Antonio Flores, Lola Flores, Santiago Ramón y Cajal, Arturo Soria o Lina Morgan. Su principal atractivo es que muchos de sus mausoleos son auténticas obras de arte.

Por su parte, Cataluña presume de ser la comunidad española que posee más camposantos en esta ruta cultural europea. Nueve cementerios se encuentran incluidos en ella y todos destacan por su ubicación y estilos artísticos.

El decimonónico Cementerio de Arenys de Mar es un claro ejemplo de camposanto marino mediterráneo. El Cementerio de los Capuchinos de Mataró destaca por sus sepulcros monumentales. El Cementerio Modernista de Lloret de Mar todavía conserva numerosos ejemplos de su pasado indiano, así como el modernista Cementerio de San Sebastián, en Sitges.

También destacan el neoclásico y monumental Cementerio de Reus, primer cementerio general de España, el Cementerio Patrimonial de Vilafranca del Penedés y el Cementerio de Igualada.

En Barcelona, se encuentran el Cementerio de Poblenou y el Cementerio de Montjüic. El primero de ellos, también conocido como Cementerio Viejo, fue inaugurado en 1775 y destruido por las tropas napoleónicas. El segundo, llamado Cementerio Nuevo, fue inaugurado en 1883 y en él se encuentra el Museo de Carrozas Fúnebres.

Rutas por el cementerio del silencio en Valencia

En la Comunidad Valenciana se pueden visitar dos cementerios de la Ruta Europea: el Cementerio General de Valencia y el Cementerio de Sant Antoni Abat de Alcoy.
El decimonónico Cementerio General de Valencia ofrece un proyecto multiplataforma, denominado 'Museo del Silencio', que ha planteado cuatro rutas para conocerlo: 'Mujeres que dejaron huella', 'Personajes ilustres', 'Personajes populares' y '18 vidas, 18 silencios. Además de facilitar una app de descarga gratuita para su visita.

En Andalucía se localizan cuatro cementerios que forman parte de la Ruta Europea. En Málaga, el decimonónico Cementerio Inglés, también llamado Cementerio Anglicano y Cementerio de San Jorge, fue el primer cementerio protestante de la península; y en Granada, el Cementerio Municipal San José de Granada, creado en 1805, forma parte del conjunto histórico de la Alhambra, y en él se encuentran los restos arqueológicos del Palacio Nazarí de los Alixares (siglo XIV).

Por su parte, en la provincia de Córdoba, se sitúan otros dos: el Cementerio Municipal de Monturque o Cementerio de San Rafael, en cuyo subsuelo se encuentra el conjunto arqueológico las Cisternas Romanas; y el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud (Córdoba), inaugurado en 1811, y creado por decreto de José Bonaparte.
Y para finalizar, Galicia cuenta con un par de cementerios formando parte de esta particular ruta turística. Se trata del Cementerio de San Amaro, en A Coruña, y el Cementerio de San Froilán, en Lugo.

En esta región también es muy conocido el 'Cementerio del fin del mundo' en Finisterre. Obra del arquitecto César Portela, está formado por 14 cubos de granito proyectados hacia el mar desde el acantilado. Todos ellos componen el cementerio sin muertos más valorado del planeta.

Finalista de los premios Philippe Rotthieer (2002) y Mies van der Rohe (2003), ha sido reconocido como una de las mejores obras funerarias del mundo por Oxford y alabado en unas 50 publicaciones especializadas.