Entonces, ¿cuál es la mejor alternativa para calentar la vivienda de forma eficiente? ¿Se puede ahorrar acertando con el sistema? Como indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada hogar medio se gasta aproximadamente 600 euros al año en calefacción, una cifra bastante elevada que se incrementa aún más con la subida de los precios de la energía y del gas.
Por esta razón, la organización ha elaborado un análisis para comprobar cuál es la tecnología más económica para calentar una vivienda y la que más conviene a cada hogar en función de sus necesidades.
La OCU ha analizado cuál sería el coste anual de calentar un inmueble de 90 m2 en una región fría con las tecnologías más habituales. "En cuanto a gasto, tenemos dos claros ganadores: la calefacción con biomasa y la aerotermia", indican. No obstante, añaden, cada tecnología presenta sus limitaciones y no todas las viviendas pueden tener acceso a redes de gas o espacio suficiente para los pellets, por ejemplo.
Se trata de una alternativa "sostenible y barata" que aprovecha los residuos orgánicos "de las podas o los huesos de aceitunas". Las estufas funcionan distribuyendo el aire caliente y las calderas calientan un circuito de agua, como por ejemplo con radiadores o suelo radiante.
Esta opción es recomendable "en segundas residencias o en casas donde haya suficiente espacio para almacenar sacos de pellets o huesos". Además, las calderas requieren de un depósito en el hogar para poder almacenar la biomasa. "Para calentar toda la vivienda, una estufa necesitaría un sistema de distribución del aire por conductos", mientras que "una caldera podría hacerlo mediante radiadores de agua".
De esta manera, sus ventajas e inconvenientes serían los siguientes:
Las bombas de calor son dispositivos que "intercambian energía con el exterior para calentar o refrigerar la vivienda". Mediante splits de aire acondicionado o sistemas de aerotermia, estos dispositivos calientan el agua de un circuito, un proceso parecido al de una caldera.
Las calderas de gas son las más frecuentes en los hogares de España. La gran mayoría no son de condensación y resultan poco eficientes, por lo que la OCU aconseja sustituir la caldera antigua por una tecnología nueva, como la de condensación, cuyas ventajas y desventajas son:
Es habitual ver este tipo de calderas en viviendas aisladas, con suficiente espacio y sin acceso a una red de gas. No obstante, "actualmente no se recomienda su instalación", indica la OCU. Así, recomienda su sustitución por un sistema "más eficiente y menos contaminante". ¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
Esta tecnología funciona consumiendo electricidad para calentar las resistencias eléctricas. Los acumuladores y radiadores eléctricos son recomendables para segundas residencias o para viviendas en las que no se pueda hacer obra.
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