Las demoledoras conclusiones difundidas este jueves, fruto de una investigación independiente y exhaustiva a cargo del exjuez John Dyson para esclarecer cómo el periodista Martin Bashir obtuvo una comparecencia televisiva de Lady Di, colocan a la familia real, una vez más, en las portadas de la prensa.
El documento de 127 páginas constata que el reportero, que la pasada semana dejó el canal alegando motivos de salud, «engañó» y recurrió a artimañas «fraudulentas» - como mostrar documentos y extractos bancarios falsificados - para acceder a Diana mediante su hermano, el conde Charles Spencer.
Los chocantes hallazgos de la pesquisa, que han dañado la imagen de la BBC y cuestionado su ética profesional, han generado un enorme revuelo en el Reino Unido, donde son hoy analizados con lupa por la sociedad, la familia real, los políticos y la Policía.
En una declaración leída anoche por el príncipe Guillermo, el segundo en la línea sucesoria al trono británico acusa al ente - que se disculpó por carta ante él y su hermano Enrique - de haber contribuido «significativamente al miedo, aislamiento y paranoia» que sufrió su madre en sus últimos años de vida.
El duque de Cambridge opina que la histórica entrevista fue un factor de peso en el distanciamiento de sus padres - entonces separados, pero no divorciados - y reprocha a la corporación su «lamentable incompetencia» para esclarecer en su día cómo Bashir aseguró la exclusiva, y posteriormente encubrir sus hallazgos.
«(A mi madre) No solo le falló un mal periodista, sino también los responsables de la BBC, que miraron para otro lado en lugar de hacer las preguntas difíciles», dijo.
Su hermano menor, Enrique, que reside en Estados Unidos con su esposa, Meghan, y su hijo Archie, difundió otro comunicado en el que denunció que la «onda expansiva de una cultura de la explotación y de prácticas no éticas se cobró finalmente la vida» de Diana, fallecida en accidente de tráfico en París en 1997.
Cuestionamiento desde todos los sectores
Además de remover un doloroso pasado para la familia real, las pruebas ponen en entredicho la labor de la BBC, que no cumplió «con los altos estándares de integridad y transparencia» debidos, y que llevó a cabo una primera pesquisa «penosamente ineficaz» en 1996 sobre los cuestionados métodos de Bashir.
El primer ministro, Boris Johnson, dijo este viernes en declaraciones a la BBC que «obviamente» está «muy preocupado» por el contenido del documento y confió en que el canal «adoptará todos los pasos posibles para asegurar que nada como esto vuelve a ocurrir».
Previamente, el titular de Justicia, Robert Buckland, había comentado en varios medios que «no se pueden ignorar» los sentimientos de «pérdida y tragedia personal» expresados por los hijos de Diana y Carlos.
El ministro avanzó que «el Gobierno tiene la responsabilidad de estudiar cuidadosamente si la gestión de la BBC necesita una reforma a raíz de estos demoledores hallazgos», pues no se trató solo «de la decisión de un reportero o un equipo de producción».
El ministro de Cultura, Oliver Dowden, aseguró en Twitter que se estudiarán «reformas» en ese medio.
También ha intervenido la Policía Metropolitana de Londres, que confirmó hoy en un comunicado que «evaluará» el contenido de los hallazgos de lord Dyson para «asegurar que no hay nuevas evidencias significativas» de un posible delito y tras haber determinado en marzo que no iniciaría una investigación criminal.
Desde la corporación se han sucedido las disculpas, empezando por su nuevo director general, Tim Davie, que reconoció que «queda claro que el proceso para conseguir la entrevista no cumplió con lo que la audiencia tiene derecho a esperar. Lo sentimos mucho por esto. Lord Dyson ha identificado fallos claros».
Diana charló con Bashir en el programa Panorama el 20 de noviembre de 1995, y en ese espacio llegó a decir que había «tres personas» en su matrimonio, en referencia a Camilla, duquesa de Cornualles, que entonces era amante de Carlos.
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