En este sentido, cuando la causa que da lugar al episodio de estrés desaparece, los nervios también lo hacen. Generalmente es un estado pasajero por el que se experimenta intranquilidad y una excitación ante una determinada situación, pero en algunas personas esas sensaciones empeoran, dificultando sus actividades diarias y convirtiéndose en un problema crónico.
Además de acudir a especialistas en trastornos de ansiedad, estrés o depresión para aliviar estas sensaciones cuando perduran en el tiempo y se acaban produciendo ataques de pánico, existen una serie de cuidados que puedes hacer en casa para reducir el nerviosismo.
El tratamiento fitoterapéutico a base de plantas medicinales puede ser útil en determinados casos para aliviar las sensaciones leves asociadas al estrés o a la ansiedad que contribuyen a la relajación. Una de las más recomendadas es el espino blanco, que se puede consumir a través de una infusión.
Se ha utilizado tradicionalmente para "regular el ritmo cardíaco y la tensión arterial", explica Ricardo Blanco Escuredo, vocal de plantas medicinales del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia. Además, esta planta contiene propiedades medicinales que favorecen la conciliación del sueño y ayudan a calmar el nerviosismo durante el día.
Otra de las más populares es la valeriana, indicada para reducir los síntomas del estrés y la ansiedad, así como el insomnio. Esto se debe a sus propiedades sedantes que favorecen la relajación y reducen la excitación nerviosa. Por otra parte, la amapola de California es una planta "utilizada como ansiolítico natural gracias a sus propiedades sedantes y antiespasmódicas", indican en la web especializada de INFITO sobre plantas medicinales.
La pasiflora es otra planta con propiedades medicinales indicada para el tratamiento del estrés, sobre todo en casos de irritabilidad o inquietud nerviosa gracias a su composición de flavonoides y alcaloides.
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