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El cantante Miguel Bosé ha asegurado este domingo estar «muy informado» sobre la pandemia que ha provocado la COVID-19 y, en base a ello, ha afirmado ser «negacionista» y «con la cabeza muy alta».

Así lo ha sostenido durante los últimos minutos de la entrevista que ha emitido 'La Sexta', recogida por Europa Press, en la que, además de hablar sobre este asunto, también ha hecho un repaso a su carrera artística, ha revelado detalles sobre sus adicciones y ha recordado algunos momentos con su padre, el torero Luis Miguel Dominguín.

Tras ser preguntado sobre las veces que se aplica al día gel hidroalcohólico o el número de test PCR a los que se ha sometido, la respuesta del cantante que ahora reside en México ha sido «ninguna», al tiempo que ha asegurado que cuando ve a un familiar fuera de su círculo le besa y le abraza.

«Si yo en mi vida hubiese hecho caso del qué dirán no hubiese hecho nunca nada y la verdad no se sabe o no se ha querido saber porque hay un plan para que no se sepa», ha aseverado Bosé en referencia al coronavirus.

Bosé cree que políticos, médicos y farmaceúticos «van a caer todos, uno detrás de otro» y, tras ser preguntado sobre cómo se siente al estar en posesión de la verdad en este tema, ha dicho que no es posesión de la verdad, sino «la verdad».

«Soy negacionista, es una postura que llevo con la cabeza bien alta», ha afirmado rotundamente y ha avanzado que él no se vacunará.

Sobre el fallecimiento de su madre, Lucía Bosé, ha asegurado que no fue a causa del coronavirus, sino «por otra cosa» y ha relatado que se pudo despedir de ella por teléfono.

Ha afirmado que su madre está «mejor» que el resto porque no está viviendo «toda esta mierda con toda esta sarta de cretinos, asesinos y criminales». «Si estuviera viva estaría plantándole cara a esta farsa», ha asegurado, tras hacer énfasis en que estaría «muy involucrada», aunque le provocaría «mucho dolor y rabia» la situación actual.