Ahora que con la llegada del mes de septiembre comienza para muchos la vida ‘normal', dadas las circunstancias actuales, la farmacéutica experta en nutrición Fanny Pons (Palma, 1966) explica los secretos para llevar a cabo una alimentación lo más saludable posible.
Al confinamiento, le siguió la llegada del verano, que no es la mejor época para llevar una alimentación equilibrada.
—Es cierto. Además, después de haber estado confinados tres meses, ha habido muchas ganas de disfrutar al aire libre. Pero sí que es verdad que durante el estado de alarma muchos ciudadanos aprovecharon para, aun estando en casa, ser más activos y cuidar la alimentación. También es verdad que a muchos otros les dio por cocinar, sobre todo pan y postres, y eso no es lo más adecuado para una alimentación sana.
A usted no le gusta nada la palabra dieta.
—No, porque una dieta significa un plan que tiene un final. Para mí es mucho más positivo hablar de cambios de hábitos alimenticios, pero de una forma constante, que se incorpore de una forma continuada a la alimentación.
Se habla mucho de los superalimentos.
—Primero, hay que decir que ese tipo de alimentos son buenos, pero hay que tener cuidado con ellos. Por ejemplo, un superalimento puede ser el aceite de oliva o el aguacate, pero tienen que ser consumidos en cantidades moderadas porque tienen mucha grasa, de la buena, pero grasa al fin y al cabo. Y no conviene olvidar que todas las grasas engordan por igual ya sean saturadas, que son las malas, las monoinsaturadas y las polinsaturadas: 9 calorías por gramo.
¿Cuáles son los alimentos más importantes para una buena nutrición?
—Los cereales, pero integrales, que no estén refinados, porque el almidón resultante se convierte posteriormente en azúcar. También son muy importantes los llamados ‘pseudocereales', que no tienen un componente negativo como su nombre pudiera parecer, al contrario. Son productos como el trigo sarraceno o la quinoa, que además de las propiedades de los cereales integrales tradicionales suman una buena cantidad de proteínas. Luego, las frutas, entre ellas los cítricos, cuya temporada comenzará en breve, deberían ser esenciales, así como las verduras y hortalizas.
¿Pescado, carne?
—Mucho mejor las carnes blancas que la roja. Y en cuanto al pescado, los azules como el salmón o las sardinas son los más saludables por su alto índice proteico y en Omega-3.
Un alimento muy comprometido es el huevo.
—Hay que comerlo. La proteína de la clara de huevo es la de más calidad.
¿Dónde queda el Tigretón?
—Ja,ja,ja. Como todos los que ya tenemos una edad y sabemos qué es, pues estaría en la cúspide de la pirámide alimenticia. Es decir, como cualquier otro producto con gran cantidad de azúcar y grasas debe ser consumido de una forma muy esporádica. También hay que evitar las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados, que tienen una gran cantidad tanto de azúcar como de sal.
¿Es peor un exceso de azúcar que de grasas en la dieta?
—Sí, sin duda. Las grasas son necesarias para vivir y hay que tener en cuenta que los azúcares no quemados se convierten en grasa.
Imagine que se produce un segundo confinamiento.
—Lo primero que habría que tener en cuenta es reducir las calorías si la actividad física va a ser menor e intentar continuar con los hábitos saludables adquiridos.
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