Zara prepara sus tiendas para abrir después del estado de alarma por coronavirus. | Efe

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Las tiendas de ropa serán uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus. Desde que se empezase a hablar de desescalada, los empresarios textiles se han puesto a trabajar para ofrecer la máxima seguridad a su clientes y poder abrir lo antes posible.

Desde finales de abril, Alemania y Austria ya han empezado a rebajar las medidas de confinamiento. Poco a poco han abierto las tiendas de ropa, entre ellas algunas firmas tan conocidas como Mango, HyM, Desigual o Zara. Por tanto, es previsible que en España se siga la estela de estos países que han tomado la iniciativa.

Hace unos días, las mismas empresas anunciaron que se podrían el foco en la seguridad de trabajadores y clientes: desinfección, uso de guantes y mascarilla, probadores de uno en uno. Una forma muy distinta de ir a comprar a la de antes de la pandemia.

«Aunque aún no hemos recibido ningún protocolo de actuación para el momento de la apertura por parte de las administraciones competentes en materia de comercio, los empresarios estamos ya preparando las medidas que implantaremos para garantizar que las compras sean completamente seguras», ha señalado el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola.

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Ahora, siguiendo el ejemplo de los países asiáticos, el debate se centra en la desinfección de las prendas que se prueban las personas. Según los expertos el virus puede permanecer en los tejidos hasta 48 horas.

Por tanto, con tal de reducir al mínimo los contagios, se estudia que las prendas que devuelven las personas o se prueban en el probador de la tienda estén durante dos días apartadas, además de desinfectarlas antes de que puedan cogerlas otros cliente.

Sin duda, unas medidas muy distintas a las que estábamos acostumbrados en España. Nada de aglomeraciones para las rebajas ni cazar el chollo. Un sector que también se verá afectado por grandes pérdidas y que centrarán todos sus esfuerzos en las ventas online.

Cuando abramos las tiendas, estimamos una caída de las ventas del 70 %, lo que hace insostenible el mantenimiento de todos los puestos de trabajo desde el principio», ha señalado Zamácola, que ha añadido que previsiblemente algunas tiendas reducirán sus horarios de apertura en los primeros meses de apertura.