Los músicos, que viven uno al lado del otro en el barrio londinense de Holland Park, llevan desde hace cinco años envueltos en una batalla vecinal porque el cantante de Take that fue autorizado a hacer una piscina en su sótano, a la que Page se opone porque «podría dañar la estructura de su mansión gótica de 1875».
En una queja enviada al ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea, firmada por un tal «Johnny», se acusa a Williams de poner los discos de Black Sabbath, Pink Floyd y Deep Purple a todo volumen porque sabe que esto «molesta» a Page.
En la carta también se critica al cantante de 44 años por disfrazarse «con una peluca de pelo largo y una almohada debajo de la camisa para burlarse de la barriga cervecera del músico y compañero de Page, Robert Plant», según el medio británico.
Al respecto, el portavoz del cantante de «Angels» dijo que dichas afirmaciones eran «una invención y un sinsentido total».
El pasado diciembre, Williams recibió el permiso de construcción para llevar a cabo la reforma, sin embargo, el artista no puede comenzar con las obras hasta que los concejales reciban la confirmación de que los niveles de vibración y los problemas de movimiento del suelo están bajo control.
Del mismo modo, el ayuntamiento todavía tiene que decidir si Williams deberá pagar o no una fianza, la cual podría perder si se incumplen las condiciones acordadas o en el caso de que se produzca algún daño a la propiedad del guitarrista de Led Zeppelin.
1 comentario
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Si quiere atormentar a Page, que no le ponga música de Deep Purple o Pink Floyd: que le ponga música de Take That y Robbie Williams. Page es demasiado buen músico para que le atormente la música de las grandes bandas de su época.