A María Escario le ocurrió en el año 2012. Era el mes de febrero y la periodista tardó más de 80 días en recuperarse. En algunas ocasiones, ha explicado públicamente cómo fueron los instantes previos al diagnóstico. «La sensación que tuve en un primer momento fue como si me dieran con un bate de béisbol en la nuca, un dolor fortísimo y repentino. Nunca cedió a pesar de tomar los analgésicos mas fuertes. Mi estado general se fue deteriorando por horas, como si se me fuera la vida. Y cometí el tremendo error de esperar demasiado para ir a un hospital. Aquello pudo ser mi sentencia».
Jaime de Maricharlar. El exmarido de la infanta Elena padeció un accidente cerebrovascular hace ya 17 años. Ocurrió días antes de Navidad. El ictus le provocó una hemiplegia izquierda y no podía mover el lado izquierdo de su cuerpo. Su recuperación ha sido muy larga.
Silvia Abascal se encontraba en el Festival de Málaga. Era el año 2011 y se disponía a disfrutar de esta cita cinematográfica: «Sentí un latigazo tremendo desde los oídos hasta el centro de la cabeza. Profundo. Violento». Los síntomas eran de un ictus y el relato de su enfermedad ha quedado plasmado en un libro, Todo un viaje. La actriz se ha recuperado de aquello y este 2018 ha sido mamá.
El músico Joaquín Sabina tuvo que lidiar con el ictus en el año 2001. Se recuperó en unos días y no le quedaron secuelas.
Ese mismo año, la actriz Sharon Stone sufrió un derrame cerebral. Se lo diagnosticaron después de sentirse mal durante varios días. Contó años después que «la hemorragia era tan fuerte que mi cerebro había sido empujado hacia la parte delantera de mi cara». Los años posteriores fueron duros. Perdió agilidad en el habla, pasaron muchos meses hasta que recuperó la sensibilidad de su pierna izquierda y su visión no fue normal hasta un años después del derrame.
Yvonne Blake. La figurinista Yvonne Blake falleció a los 78 años meses después de sufrir un ictus. Era presidenta de la Academia del Cine y el accidente cardiovascular lo sufrió mientras se encontraba en su despacho.
La televisiva María Teresa Campos se encontraba en su casa cuando comenzó a sentirse mal un día de mayo de 2017. El accidente vascular afectó al territorio vertebrovasilar, que controla funciones como la respiración, el equilibrio o la visión. La periodista fue trasladada con rapidez a un centro hospitalario, donde fue tratada con una técnica denominada trombólisis. Aquello permitió evitar daños cerebrales que podrían haber sido mucho más graves. De hecho, la Sociedad Española de Neurología ha explicado este 29 de octubre que la aplicación de medidas terapéuticas, como «la trombólisis o la trombectomía mecánica, en las primeras horas aumentan considerablemente la probabilidad de recuperación neurológica».
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