Lindsay Gottlieb junto a su bebe y su pareja. | Twitter

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Lindsay Gottlieb no se podía creer que una empleada de la aerolínea Southwest le estuviera impidiendo subir al avión porque no se creía que fuera la madre del pequeño Jordan. Ella es blanca y Patrick Martin, su pareja y padre del niño es negro. Verlos juntos junto al niño y presentando los documentos acreditativos de su identidad no fue suficiente, y la trabajadora pidió más.

El bebé mestizo se disponía a volar de Denver a Oakland, según narró posteriormente la familia en las redes sociales. Lo rocambolesco del tema es que los padres enseñaron el pasaporte del bebé, pero la empleada pidió ver su certificado de nacimiento o, en su caso, imágenes en Facebook donde aparecieran los tres haciendo vida de familia.

Alguien hizo recapacitar a la encargada de gestionar el acceso del pasaje a la avión pero el daño ya estaba hecho. Retrasaron su entrada en la cabina y por poco no pierden el avión.

En declaraciones posteriores la madre lamentó el trato «degradante e insensible» que la responsable de la compañía aérea les dispensó.

A través de un comunicado Southwest lamentó lo ocurrido y se disculpó ante la familia, sin hablar de ninguna compensación por el daño moral generado.